A veces unos poquitos cambios son suficientes para darle otro aspecto a nuestro dormitorio y convertirlo en un refugio donde relajarnos y descansar sin trastos viejos que perturben ese descanso.
En este dormitorio no han cambiado muchas cosas, sigue siendo el mismo espacio, con el mismo suelo y la misma luz. Se ha limpiado a fondo y pintado paredes de nuevo de blanco, pero el resto es un trabajo de cambio de gama de colores, mobiliario y accesorios, dejando los colores y estampados de colores oscuros atrás, para dar paso a los claros, pasteles y toques más femeninos.
También se han eliminado piezas de mobiliario que recargaban la decoración, lo podéis apreciar tanto en la zona del cabecero de la cama como bajo la ventana, donde antes había una mesa, un puf, un sillón y un cuadro, ahora sólo hay una cómoda grande en color calor. Siempre es mejor una sola pieza con estilo y discreta que muchas pequeñas y de colores fuertes y variados, que acaban siendo un sinsentido. ¿Qué os parece el cambio? ha sido sin duda a mejor ¿no?
Vía: Design love fest fotos: laure joliet proyecto sfgirlbybay y designlovefest