Anthony Ortiz, de Nuevo México, y Brandon Taylor, de California, relatan cómo es su relación de pareja en Santa Fe y la notable diferencia que existe entre sus dos familias a la hora de afrontar la homosexualidad. Brandon descubrió que era gay con tan sólo tres años “cuando me quedé mirando a unos obreros y me di cuenta que eso era lo que yo quería”. Anthony, en cambio, tuvo que esperar a su ingreso en la universidad para vivir libremente su homosexualidad, aunque le costó mucho sincerarse consigo mismo y reconocer su propia realidad. Una realidad que sus padres aceptan a regañadientes. De hecho, aún no conocen personalmente a Brandon. Destacan el paso que se ha dado en Nueva York con la aprobación del matrimonio gay, pero lamentan que en Estados como en el que ellos viven -Nuevo México- exista aún una mentalidad tan cerrada con respecto a la homosexualidad. Dicen que en el Orgullo LGTB de Madrid han descubierto la misma normalización que se vive en eventos similares en Nueva York o en California.