Antídoto contra el lunes

Cerrajas en Bolico

"Los del antídoto"

No hace falta mucho para cambiar el ritmo de la semana, coger un coche y pasar un fin de semana entre cerrajas y amigos. Los segundos son condición sinequanon para este plan; las primeras, simplemente bonitos adornos que alegran la vista a lo largo de una buena caminata por las Cumbres de Bolico, en el Parque Rural de Teno. Es salir de casa y empezar a funcionarte el reloj biológico que te empuja a cenar antes de las 8, justo cuando acaba de irse el sol. Ayuda, sin duda, que no haya móviles que suenen, porque allá arriba no hay 3G ni casi rayas de cobertura, con lo que sólo estás obligado a concentrarte ante la magnífica paella que se ha montado en un plis plas el chef del grupo. Después de un largo día de caminata llega la hora de irse a la litera, no sin antes haber ensayado esa subida elegante a la cama de arriba que te ha tocado por sorteo y de haber calculado el ancho de tu espacio, no vaya a ser que te la pegues en medio de la noche y te partas la boca. Y cuando ya te quedan dos telediarios para caer en la fase REM empiezas a oír a los de “la última y a la cama” y es un no parar de reír. ¿Cómo es posible que se les ocurran tantos disparates y chorradas, una tras otra, y con cada cual el contagio de la risa aumente? Como sucede en muchas situaciones, uno se duerme por agotamiento. Eso sí, te despiertas con unas agujetas en la barriga que de nada te han servido los estiramientos post pateo. Ya se sabe: contra la risa no hay antídoto; la risa es el antídoto contra el lunes.

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