Aprovechando un día de descanso ayer recorrí en bicicleta de todo terreno un tramo del antiguo Camino de Santiago por la montaña, el Camino Olvidado, concretamente de Cistierna a Boñar. Os invito a acompañarme para conocerlo.
Aprovechando el tren de vía estrecha, el antiguo ferrocarril hullero de La Robla a Bilbao, me acerqué hasta Cistierna. El viaje desde León dura hora y media pero es muy bonito el paisaje y merece la pena hacer el recorrido.
Sales de Cistierna siguiendo las señales de la Ruta Vadiniense, que te conduce a Mansilla de las Mulas. Al llegar a la Cruz del Molino una última mirada a Cistierna y su valle, tenemos que cruzar el río Esla. Decimos adiós al Pico Moro y nos vamos valle abajo.
Cruzamos el río Esla por el Puente de Mercadillo. Muy cerca se encuentra la ermita de la Virgen de la Vega y al otro lado del río, ese viejo caserón, son las ruinas del Hospital de San Bernabé donde durante siglos se acogían los peregrinos que por este puente pasaban.
Las ferias de Santa Catalina se celebraron desde la edad media o antes pues el puente es de origen romano. Tan solo los hospitaleros de San Bernabé podían pescar en esta zona del río para dar de comer a los peregrinos; algo muy curioso no os parece.
Existía la Cofradía de la Ponte, una antecesora de las modernas Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago, que cuidaba del hospital y los peregrinos del paso del Mercadiello, como decían entonces.
No estamos inventando nada re-descubriendo este antiguo Camino de Santiago; es la enterrada Historia de España lo que sacamos a la luz.
Un poco más allá del puente abandonamos la Ruta Vadiniense y nos vamos por el Camino de Santiago por la montaña. Una larga y dura subida por una pista forestal nos llevará hasta Yugueros. Un camino delicioso que en buena parte recorres a la sombra de los árboles.
Hay un momento cuando subes por la pista que te encuentras con una bifurcación, las flechas indican el camino de la derecha, hay un túnel bajo las vías del tren. Pero me parece que sigues de largo tampoco pasa nada pues en vez de salir al principio del pueblo de Yugueros sales al final; pero no estoy seguro.
Una fuerte rampa final, después de pasar por un túnel bajo la vía del ferrocarril nos lleva hasta Yugueros. Hay que tomar resuello que uno no está entrenado. La iglesia de San Salvador se distingue bien en lo alto del pueblo.
A la salida del pueblo, en una nueva cuesta, nos encontramos con la coqueta ermita de San Roque. Queda por delante un bonito tramo de carretera comarcal hasta La Ercina.
Paré a continuación en la Estación de La Ercina que ahora es albergue de peregrinos y tiene un buen bar donde refrescarse un poco. Y nos vamos para el Valle de Las Arrimadas.
A un costado de la carretera nos encontramos con otra pequeña ermita, dedicada a San Pelayo, pero que contiene las imágenes de San Isidro Labrador y San Roque. Una buena cuesta por delante y ya bajaremos a Las Arrimadas.
De bajada pasamos a toda mecha por Acisa de las Arrimadas, ya vemos al fondo la Peña Galicia. Toda esta zona se llamó durante siglos La Puerta de Galicia pues el río Esla era frontera de la provincia romana de Galaecia con la Tarraconense. También fue frontera del reino suevo con cántabros y visigodos, y más tarde frontera entre León y Castilla. ¿Curioso verdad?
Un par de kilómetros más allá de Acisa nos sorprende en un alto un templo singular y de larga historia. Está dedicado a Santa Marina de las Aguas Santas, Santa Mariña, la santa gallega por excelencia, patrona del reino de los suevos. Su santuario principal se haya cercano a Allariz, provincia de Ourense, pero no solo en Galicia si no también en Asturias y Léon, el territorio de los suevos, podemos encontrar templos dedicados a ella. La parroquia más antigua de la ciudad de León lleva su nombre.
Un poco más allá de Santa Marina ya tenemos Barrillos de las Arrimadas y su Santuario de la Virgen de los Remedios. Estaban de fiesta en el pueblo pero como era tan pronto no pillé ni el vermut. Del Santuario sale una pista forestal que baja por el Cordel de La Varga hasta Boñar. Fuertes pendientes que pondrán a prueba los frenos de la bici.
Siguiente parada en La Devesa de Boñar a tomar un refresco con los parroquianos en el TeleClub. El guardián vigila con su pistola estratosférica por si hay visitas indeseadas. Paso franco al peregrino.
Otra buena bajada nos conduce hasta La Losilla.
Saliendo de La Losilla tomamos el Camino de los Rocines que nos conduce a La Vega de Boñar. Ya vemos el Cueto de Boñar al fondo pero hay que dar pedales y más pedales hasta llegar.
La ermita de San Roque nos recibe a la entrada de la Villa de Boñar.
Había mercadillo pues están celebrando las fiestas de San Roque. Llegué cuando ya estaban recogiendo los marchantes. Pero tuve tiempo de sobra para tomar algún refresco y comer con tranquilidad. Otro día haré otro tramo en bicicleta de este maravilloso y antiguo Camino de Santiago por la Montaña.
Ya solo me quedaba esperar el paso del tren de vía estrecha y regresar a la ciudad. Merece la pena el esfuerzo. Cuando tanta gente se queja del calor y la masificación del Camino Francés, que va por la meseta, bien les vendría conocer este Camino Olvidado y precioso donde caminas por praderas y bosques y vas de pueblo en pueblo sin problema alguno.
Daniel Paniagua Díez