Pues bien, yo de Gaudí la verdad es que solo sabía lo básico. En estos días me puse a investigar y la verdad descubrí cosas muy interesantes (pero tampoco sorprendentes dada su cultura catalana). La muerte siempre estuvo presente en la vida de Gaudí. Dos de sus hermanos murieron antes de él nacer, y luego continuó enterrando familiares durante el resto de su vida. A los 60, ya estaba solo. Es más, nadie creyó que el propio Gaudí iba a sobrevivir poco después de nacer. La verdad es que Gaudí ya había empezado a pagar la factura por el talento otorgado a él por fuerzas supremas.
A pesar de sufrir varias enfermedades, Gaudí optó por seguir viviendo y expresando un gran interés por el diseño (algo que todavía sigue siendo de gran interés en Cataluña). Antoni y sus amigos pasaron mucho tiempo explorando las ruinas del monasterio de Poblet cerca de Tarragona, haciendo planes ambiciosos para su restauración o reconstrucción mejor dicho. Esos planes además fueron trazados sobre papel, no solo palabrería barata tan típica de otros sitios y personajes. Gaudí estuvo investigando las ruinas para poder comprender por qué habían construido ese edificio y hacía numerosos cálculos. Eso fue lo que más me llamó la atención de mis lectures sobre Gaudí. Ayer hablando con un compañero (él sabe que me refiero a él aquí) estuvimos hablando de llevar las cosas hasta las últimas consecuencias lógicas y que quizás por ejemplo los que somos de "ciencias" (disculpen los señores lectores esa frase simplona pero es para que me entienda mas gente) tenemos esa manera analítica de tratar los problemas. No sé de vosotros, pero cuando yo voy a un museo o sitio histórico, suelo ser el que hace las preguntas "raras" que nadie le gusta o me miran raro como diciendo ¿y este pesado para qué quiere saber eso? Por ejemplo, cuando estuve en el museo de la casa de George Washington en Estados Unidos, la gente preguntaba sobre muebles concretos o de alguna habitación. ¿Yo? Preguntaba sobre por qué el clavo era de cierto tamaño en la madera o si la sábana de la cama era de algodón o plumas. "Ni idea, joven, lo siento" me solían decir. Ok. Oiga, ¿y de dónde sacaban la tinta para poder escribir en 1776?" Ya me miraba la gente con cara de odio. ¿Qué hace un chaval de 17 años preguntando sobre la tinta del siglo XVIII? Pero soy así.
Gaudí estaba absolutamente interesado en las matemáticas y la geometría. Para él, las "letras" eran aburridas. Bueno, normal - Gaudí tenía en su destino ser un gran arquitecto, no un escritor. Eso no le impidió escribir un excelente artículo sobre una exhibición artística en el periódico "La Renaixença".
Cuando llegó a la Escuela Superior de Arquitectura en Barcelona, su profesor dijo "señores, aquí ven ustedes o un genio, o un loco". Para Gaudí, su propio genio ya se estaba convirtiendo en un axioma. Casi nunca estaba de acuerdo con la opinión de nadie. Nunca copió a nadie y solo actuaba en conformidad con su propio entendimiento. Me gustó mucho aprender eso porque pienso que, extrapolándolo a las ideas liberales, todo liberal debe siempre estar en conformidad con las últimas consecuencias lógicas, nunca dar NADA por sentado y nunca aceptar un prejuicio "porque sí".
Una de las cosas que leí este fin de semana y no pude más que aplaudir como un loco (menos mal que estaba solo diciendo SÍ SEÑOR) sino me llamarian la guardia para que me lleven a un manicomio es esto: estuvo solamente dos veces en el extranjero. Concretamente, en Francia (Tolosa y Carcasona). No le gustó nada. Igual le pasó como a mí me suele pasar en el extranjero. Al final siempre acabo regresando a mi patria real. Gaudí jamás volvió a salir de España. Decía ¿Por qué? ¿Para qué? La gente debería venir a nosotros, a Cataluña y a disfrutar". ¡¡Cuanta razón!!
Hubo una época en la cual Gaudí era considerado una suerte de "dandy". Vestía con ropa cara y guantes blancos. Se vestía como un hombre en búsqueda de una mujer en aquella época. Como típico catalan, tenía rasgos nórdicos: pelo rubio, ojos azules. A diferencia del poeta ruso Pushkin, Gaudí no pudo llevar una vida alocada dándole atención a las féminas. Tuvo que pagar un precio mucho más alto por su genio. Para poder sobrevivir, tuvo que cumplir órdenes. Una de las grandes putadas de España siempre ha sido que los genios no han tenido más remedio que cumplir órdenes mientras los mediocres siempre han sido los que gobiernan este país.
Es cierto que Gaudí al paso del tiempo se fue convirtiendo más al catolicismo. Pero yo creo que más bien ese catolicismo correspondía a otros vacíos que sufrió en su vida. En aquella época no había las opciones culturales y espirituales o de carácter cívico que existen ahora. La religión católica, en España, era una de las opciones.
Una de las cosas que, de hecho, más me gustan de la obra de Gaudí precisamente es que ninguno de sus edificios pueden asociarse con la expresión "alma elevada". Mirad por ejemplo la catedral de Milán. Ropa blanca, alas, todo mira hacia arriba, hacia Dios, el cielo. Pero luego mira y compara eso con la Sagrada Familia de Gaudí. Mira los detalles. Todo va hacia abajo. Serpientes, ranas...todo hacia abajo. Son criaturas que nunca han estado asociadas con algo sublime. Más bien, son criaturas del infierno. Me gusta. Es mucho más real a nuestra condición humana imperfecta, real, cruda y contaminada.
Sufrió una muerte trágica. La tragedia es un elemento típico en la vida española (existe en todas partes, pero en el contexto europeo la tragedia ha estado mas vigente/presente en el sur del continente). Culturalmente somos trágicos y algo severos en la expresión, casi "tristes" en algunos contextos. Nadie quiso ayudar a un viejo con aspecto desaliñado que solo tenía unos cacahuetes en el bolsillo. Fue trasladado al hospital para indigentes (como les gustaría tener hoy en día a los libegales). Nadie intentó ayudarle correctamente, pues pensaron que era un muerto de hambre. Cuando llegaron a reconocerle, ya era demasiado tarde. Había pagado la última deuda. Gaudí muere y dejó a Barcelona en un estado que la elevó a la gloria mundial: La cripta en el Parque Güell, Casa Viçens, el templo de la Sagrada Familia, El Capricho (Comillas, Cantabria), Casa Batlló, Casa Milà - hay 18 edificios en total y ni uno solo fuera de España.
Gaudí fue caracterizado como hombre "antipático y de pocas palabras/de pocos amigos". Pues otra razón para admirarle. Y es que, como él mismo decía, hay dos tipos de hombres: "los que hablan y los que hacen. Yo soy de los segundos". ´
La obra de Gaudí mezcla cierta devoción espiritual con una gran excentricidad imaginativa - rasgos muy presentes en la cultura "catalana". Ese progresismo mezclado con cierta defensa orgullosa de la cultura local es un elemento presente en Cataluña.
Yo no soy un especialista en arquitectura, así que solo hablo de mis impresiones. Sí tengo conocimientos técnicos de arte porque he tomado clases de la misma (en su aspecto técnico, no dibujo ni diseño). No sé si la Sagrada Familia representa a Dios. No hace falta que lo haga. Para mí representa la modernidad, el arte democrático, el genio individual. Representa lo catalan (y todo lo que eso ha ido significando a lo largo del tiempo).
Admiro la obra de Gaudí porque nos invita a respetar las posibilidad que nos brinda la arquitectura a la mente humana. Nosotros siempre estamos en obras, cada día debemos "perfeccionar" más, ser más excéntricos, más individuales, más "alocados" si cabe y, sobre todo, ser más atrevidos y libres.
Gracias, Antoni Gaudí.