Quiero dedicar la entrada de hoy a un artista que he conocido gracias a un amigo y que pese a que no soy muy “apegada” a la pintura vanguardista, no pude dejar pasar su trabajo sin dar un merecido reconocimiento a su trabajo.
Se llama Antoni Tápie y es un pintor, escultor y teórico del arte Español. Nace en Barcelona el 13 de diciembre de 1923 y es uno de los principales exponentes del informalismo a nivel mundial. No en vano, ha sido considerado como uno de los artistas vanguardistas más representativos del siglo XX.
Al igual que muchos de los verdaderos artistas, Antoni Tápie es autodidacta y esto le ha permitido crear un estilo propio dentro de esa corriente artistica. Antoni Tápie es un hombre de una cultura bastante amplia, seguidor de la corriente filosófica de Nietzsche, admirador de escritores como Dostoyevski, seguidor de la música de Wagner y todo esto ha hecho de él y de su obra, algo que escapa de lo que pudiese haber de cotidianidad ( que no es mucha) de la vanguardia.
Las obras más caracteristicas de Antoni Tápies son aquellas en las que mezcla diversos materiales y estilos. Generalmente utiliza materiales de desecho con otros representativos del arte. Utiliza también la técnica del Graffiti y todo esto, hace de su obra algo verdaderamente vistoso y llamativo.
En su obra, representa también su preocupación por los problemas del ser humano: muerte, enfermedad, soledad, dolor o sexo. Su trabajo es bastante espiritual y por ello utiliza colores menos llamativos.
Según él, los tonos ocres, grises y marrones no poseen la vistosidad de los tonos cálidos pero sí, representan más la espiritualidad y los valores intrínsecos del ser humano.