Revista Ciencia
Mis queridos colegas científicos, Galileo, Newton, Einstein y el asombroso gato de Schrödinger, con quienes comparto la ilustración superior de este blog, hemos decidido cobrar vida. Parece imposible pero ¿porqué no acá? Si en Una noche en el museo los personajes cobran vida de noche, nosotros bien podemos hacer lo mismo acá durante las 24 horas y vivir eternamente, porque estamos en la ficción y eso nos libera de las leyes naturales que nosotros estudiamos.
Como mis colegas son unos caballeros, me eligieron a mí para ser la primera voz. Además son traviesos, Galileo me dijo "Que seas la primera luz", Newton "Que seas la primera manzana en cobrar vida y caer al blog", Einstein "Que seas la primera con respecto a nosotros" y el gato de Schrödinger, no podía ser de otra manera, me dijo "Que seas la primera y la última en presentarnos".
Lo que vamos a hacer acá, de a uno, de a dos, de a todos, según las circunstancias, es ayudar en la comunicación de las cosas internas y en la divulgación de la ciencia, a través de lo poco o mucho que nosotros podamos aportar.
Y ahora, para empezar a desacartonar y desalmidonar cualquier idea o prejuicio equivocados sobre nosotros, como por ejemplo "que somos gente seriota" o "que no padecemos ni gozamos la vida como el resto de los mortales", de ahora en adelante usaremos nombres más amigables que los habituales.
Así nos llamaremos desde ahora:María Curie: Mary, o si se atreven... la MaryIsaac Newton: NewtyGalileo Galilei: GaliAlberto Einstein: BetoGato de Schrodinger: Erwin
Y si te portas bien y tomas toda la leche y haces la tarea antes de ir a jugar, con el tiempo tal vez se incorporen nuevos amigos de la ciencia, por ejemplo Copérnico, Kepler, la señorita Henrietta Leavitt, Hipatia, Maxwell, Carl Sagan, Max Planck, Isaac Asimov, Enrico Fermi y muchos otros.
Para terminar, dejamos aclarado que nuestras apariciones se realizan sin que deje de salir la viñeta diaria. Es más, a veces acompañaremos las viñetas con nuestros comentarios.
Nada más que decirte por ahora, que tengas un muy buen día, o atardecer o noche, según sea el meridiano desde el cual nos estás visitando.