Apagón cibernético…

Un periodista afirmó, en una reseña de mis novelas, que me ganaba a los lectores palmo a palmo. ¡Qué razón tenía!

Tras una semana con muchos problemas de conexión en internet, he podido comprobar lo acertada que era esta afirmación. Después de una reestructuración de contenidos y de forma de trabajar, pude comprobar que dichos cambios surtían efecto: en apenas una semana se habían  descargado más libros electrónicos que durante el mes de Mayo, lo cual era una buena señal. Las críticas de la nueva novela: “Decisión encadenada” eran buenas, el ritmo de dichas descargas era histórico (la sección de novela negra de Amazon es un territorio muy difícil de conquistar, y poco a poco iba lográndolo). El sábado 12 de Julio tenía cuatro novelas amenazando el TOP 100 de Amazon digital (algo histórico).

Pero llegó el apagón cibernético durante unos días… y el desastre.

El viernes 18 recuperé la actividad normal durante la noche, y comprobé el estado de daños como lo hace el dueño de una casa después de la visita de un tornado: cero descargas en una semana… ¡Ni una!

A veces nos cansamos de hablar de la condición de libertad que supone ser independiente, o autopublicado, pero de lo que nadie habla es acerca del trabajo que conlleva estar en el candelero (como diría Sofía Mazagatos). En mi caso, un trabajo de brega diaria en las redes sociales, sobre todo, y cuando faltas a esta faena lo resientes. Al menos, insisto, en mi caso. Ahora mismo existe mucha competencia entre los autores autopublicados gracias a la posibilidad que te ofrece Amazon, y evidentemente todos lo agradecemos: tanto los lectores como los escritores que nos movemos fuera de la línea de las editoriales en papel.

Realizada esta reflexión, no queda sino ponerse manos a la obra para levantar la casa destruida por el ciclón cibernético, y de paso hacer algunas mejoras para prevenir dicho desastre. Por suerte los daños son reparables, así que es cuestión de trabajo y trabajo, de volver a la trichera.

El futuro será mejor, y trataré de ponerme a salvo de molestos apagones cibernéticos…

Mientras tanto, seguiremos en la brecha. Por cierto… ¿os he dicho que tengo todas mis novelas a solo 1€? Pues eso… aquí las tenéis: NOVELAS A 1€.