Gracias a las filtraciones de Wikileaks pudimos saber que la Ley Sinde estuvo impulsada por EE.UU., que, a su vez, defiende los intereses de las grandes multinacionales audiovisuales. Aquella Ley del periodo Zapatero, tan denostada, ha acabado siendo aprobada por el PP como señal de pleitesía frente al gran hermano americano. Ahora ya empieza a denominarse Ley Sinde-Wert (si la imagen de la derecha no te resulta suficientemente ilustrativa, profundiza en su historia: el primer intento del PP y la censura del PSOE, el cambio de criterio, etc., en este artículo).
Pese a que otros países avanzan en un sentido totalmente opuesto, como el caso del gobierno suizo, que afirma no necesitar nuevas leyes de copyright, las grandes compañías han considerado que España da un "importante paso" en las políticas de protección de la propiedad intelectual, cuando todavía quedan por conocer los detalles (y ya se sabe que en los pequeños detalles está el truco). Se supone que la recien creada Comisión Ministerial empezará a cerrar páginas web a la vuelta de las vacaciones, aunque los principales operadores de telecomunicaciones españoles se han puesto la venda antes de la herida y, por lo pronto, no están dispuestos a asumir el coste que ocasionará el cierre de páginas webs de descargas de contenidos protegidos por derechos de autor.
Y mientras aquí andamos con minuncias, en EE.UU. se está tramitando otra potente norma contra lo que se viene denominando (otra trampa del lenguaje) "piratería". Se trata de la "Stop Online Piracy Act", más conocida como SOPA, que ha puesto al sector en pie de guerra. Una vez más, la respuesta en la red llega de la mano de la popular Wikipedia, secundada por las grandes compañías del sector como AOL, eBay, Etsy, Facebook, Foursquare, Google, IAC, LinkedIn, Mozilla, OpenDNS, PayPal, Twitter, Wikimedia Foundation, Yahoo! y Zynga.
Estos giantes están planeando unirse en una operación sin precedentes para alertar a los usuarios de la Red de las consecuencias de la SOPA, ya que con la misma se pretende bloquear el acceso a cualquier sitio web que infrinja derechos de autor y obligaría a los proveedores de acceso a Internet y a los buscadores de la Red a monitorizar los contenidos.
Lo que se está planeando es una especie de "huelga global", de 24 horas, en las que no habrá Google (ni rastro de la compañía y sus herramientas diarias de trabajo), ni Yahoo, ni Twitter, ni Facebook, ni Amazon, ni PayPal, ni otras tantas compañías ¿te imaginas el impacto de esta llamada "opción nuclear"?
Aunque no existe una fecha concreta para este hipotético "apagón"que afectaría a millones de usuarios en todo el mundo, según ExtremeTech se baraja el día 23 de enero, debido a que el Congreso de EEUU debatirá un día después, el 24 de enero, la controvertida norma.
Además de las grandes corporaciones, entidades públicas como la argentina Cabase, que es la cámara que en Argentina reúne a las empresas proveedoras de Servicios de Acceso a Internet, Telefonía, Soluciones de Datacenter y contenidos online, entre otras, hace pocos días ha fijado posición sobre los diez principios que considera fundamentales para un desarrollo pleno de Internet en Argentina, aunque claramente aplicables a cualquier país del mundo y que a todas luces se contraponen con el espíritu de leyes que se pretenden de “lucha contra la piratería”, pero que claramente otorgan potestades a organismos oficiales para controlar, identificar y discriminar la información que circula en la red.