Hasta el momento se han documentado unas cincuenta sepulturas en este solar de la calle General Villalba.
FOTO: LA TRIBUNA DETOLEDO.
Así, y cumpliendo el promotor con lo estipulado en la Ley de Patrimonio de Castilla La Mancha, Arturo Ruiz Taboada recibió el encargo de excavar una superficie de 350 metros en la que, hasta el momento, se han documentado más de medio centenar de tumbas.UNA GRAN NECRÓPOLIS
Y puesto que la excavación en curso tienen como objetivo la localización y exhumación de todos los restos humanos existentes, hay que recordar que en solares cercanos aparecieron también un gran número de tumbas, entre las que destacan las 1.500 localizadas en el malogrado ‘Quixote Crea’, limítrofe con el solar que está siendo excavado.No en vano, el cementerio medieval extramuros de la ciudad se extiende por zonas emblemáticas de la llanura norte como el Circo Romano, la Avenida de la Reconquista, la Puerta del Vado o San Lázaro, lugar donde se localiza el solar de la intervención.
Experto en el mundo funerario medieval de Toledo, este doctor en Geografía e Historia ha podido identificar dos fases de enterramiento diferentes, «la primera de ellas musulmana y la segunda bajo medieval».En cuanto a las tumbas musulmanas, Ruiz Taboada indica que «forman parte de la necrópolis del camino de Madrid, que ya fuera identificada a principios del siglo XX por Amador de los Ríos, y de la que tan sólo se conocen algunas lápidas con inscripciones funerarias». Esta necrópolis, de época Taifa es, junto con la localizada en el Circo Romano, una de las más importantes de época andalusi de la ciudad.TUMBAS SENCILLAS
La necrópolis, datada provisionalmente en torno al siglo XI, posee «tumbas bastante sencillas» al depositarse el cuerpo «en una fosa poco profunda, en decúbito lateral derecho (de lado), ligeramente flexionado y con la cara mirando hacia la Meca».
Sobre las tumbas bajo medievales, datadas entre los siglos XIV y XV, se aprecia que muchas de ellas rompen las tumbas musulmanas, «lo que indica que la zona que actualmente comprende el barrio de San Lázaro siempre ha estado destinada a lugar de enterramiento, al menos durante toda la Edad Media». En este caso, los cuerpos «se depositan boca arriba (decúbito supino) con la cabeza mirando al cielo, dentro de ataúdes de madera».AUSENCIA DE AJUARES
Apreciando que en ninguna de las dos fases documentadas «se han descubierto ajuares acompañando a los difuntos, salvo algún anillo o pendiente de bronce», el arqueólogo consideró que esta excavación resulta clave para conocer el entorno funerario de esta parte de la ciudad, ya que su estudio va a permitir contextualizarlo cultural y cronológicamente.
Autor del libro ‘La vida futura es para los devotos’, y uno de los máximos conocedores del ritual de enterramiento medieval en Toledo, Ruiz Taboada aprovechará esta intervención para continuar reinterpretando las coincidencias y, sobre todo, las diferencias existentes en las formas de enterramiento de las culturas que poblaron Toledo.
Un conflicto en estado latente que requeriría una delimitación de los cementerios históricos de la ciudad y, sobre todo, «un cambio en la gestión de los cementerios históricos de la ciudad, que son los grandes olvidados del patrimonio».(Fuente: La Tribuna de Toledo)