Si alguna vez habéis sido inquilinos, aunque sea cuando eráis estudiantes, seguro que sabéis de qué os hablo cuando os digo que cuesta mucho encontrar un apartamento de alquiler que no parezca un vertedero de muebles viejos. En realidad eso no sería un problema, ¡nos gustan los muebles viejos! El problema es que las casas de alquiler son, muchas veces el lugar donde se van acumulando muebles que nadie quiere por feos o poco prácticos. Claro que, he estado en los dos lados y también sé que, si en lugar del arrendatario eres el arrendador, lo que menos te apetece es gastarte el dinero en muebles que te puedan destrozar, pero... como siempre, en el punto medio está la virtud.
Por eso, lo que me gusta del apartamento de nuestro hometour de hoy, es que tiene el punto justo entre un presupuesto ajustado para el casero y una solución súper apetecible para el inquilino, sobre todo si el inquilino es un hombre ;)
Partiendo de un estudio de 40 m2 que debía ser diseñado específicamente para ser alquilado, el proyecto, del estudio ruso INT2 Arquitecture del que ya os enseñé otro mini apartamento con muchas buenas ideas, partía de dos premisas básicas: el presupuesto era limitado y debía poderse llevar a cabo de forma rápida. Con esta base, se propusieron crear un proyecto en el que la inversión en los acabados fuera mínima y, al mismo tiempo, se consiguiera una singularidad que lo alejara de la decoración estándar que suelen tener los apartamentos de alquiler, es decir, que no fuera ni el cementerio de muebles abandonados que os comentaba antes, ni un catálogo de ofertas de Ikea de esa temporada.
Para ello, se decidió que se pintarían las paredes de ladrillo, ahorrándose el presupuesto de revocarlas, y también el suelo y el resto de paredes; el cableado sería exterior, lo que evitaba el gasto de rozar, arreglar y pintar de nuevo las paredes; y el techo se dejaría de hormigón.
Dado que esas soluciones le daban al "fondo" del espacio un tono gris e industrial, se decidió seguir esa línea en la selección del mobiliario. Así, en lugar de hacer armarios empotrados o comprarlos de madera, se optó por elegir taquillas industriales y colocarlas en el pasillo - ahorrando espacio al mismo tiempo -, y para la cocina, se utilizaron estantes soldados y mesas de acero inoxidable de tipo industrial del estilo a los que se utilizan en las cocinas de los restaurantes.
Como contraste a todo ese aire industrial, un gran cubo de madera oscura, como de balsa, oculta el baño y enmarca parte de los electrodomésticos de la cocina - nevera, lavavajillas y lavadora -, a medio camino entre zona de almacenaje y zona de trabajo. El mismo tono de madera se utiliza en el cabecero de la cama, en la mesa de comedor, y también en las estanterías que dividen la zona de sueño de la de salón, donde, como en la estantería y la mesa, esta madera se mezcla con metal para el mueble de TV.
Por último, piezas seleccionadas, con cierto toque clásico, como los sillones, a alfombra, junto con otras encontradas en rastros y mercados de pulgas, pero también en Internet, como las sillas del comdor, la estructura de la máquina de coser que sirve de apoyo al lavabo, o la araña que brilla sobre la zona de comedor, ponen el contraste perfecto para dotar a este pequeño espacio de la singularidad masculina que lo caracteriza.
Proyecto e imágenes @ INT2 Arquiteture
Igual que en el anterior proyecto de un apartamento de este estudio de diseño ruso que os enseñé, parece - en este caso no tengo la confirmación - que el proyecto es sólo eso, un proyecto. Si aquel era más bien femenino, éste es más bien masculino, pero, igual que en aquella ocasión, os lo he querido mostrar aunque sólo sea una recreación 3D, para ver un ejemplo de cómo pueden aportarse soluciones para espacios pequeños y de alquiler que parezcan hechos a capricho y sin una gran inversión.
¿Qué os parece?
¿Os irías a vivir de alquiler a un apartamento así? Y si fuérais l@s propietari@s, ¿os atreverías con una solución como esta?
¡¡FELIZ SEMANA!!Y a los que estéis de puente... ¡a seguir disfrutando! ;)