Políticos de pedestal y tijeras,
duques con doble fondo,
rijosas duquesas de otros siglos
con herederos tarados,
hechiceros de sangre en bragueta
y hierro en el puño,
presos de altivo Armani,
chisteras rebosantes
de oro y basura.
Y la tropa, hambrienta y humillada,
en el tendido de sol, aparta
una tras otra las excusas
para seguir mirando el señuelo.
La foto es de Esther Galván