“Ayer mismo dejé de ser técnico de River. Los dirigentes me comunicaron su decisión de interrumpir el proyecto. Me produjo una gran tristeza porque tenía puestas en él muchas ilusiones y toda mi esperanza. No pudo ser. No pude terminar la búsqueda de un equipo que sea fiel representante de la identidad de la gran historia de River, que era lo que pretendía más allá de los resultados”. En su blog, Ángel Cappa dejó sus sensaciones sobre su salida de River y en la semana previa al Superclásico, el ánimo está caldeado por Núñez. ¿Dirigirá Juan José López o asumirá Gallego, Bielsa, Pekerman, Pumpido o alguno que tenga espaldas suficientes para afrontar esta difícil situación?.
El domingo River visitó Floresta y jugó un partido pésimo, quizás el peor en la corta era Cappa. En el primer tiempo no tuvo llegadas al arco rival elaboradas por un juego asociado, ya que la única chance neta de gol fue un tiro libre de Arano. All Boys tampoco fue el Barcelona, pero fue más claro y de la mano de Fabbiani complicó al Millonario. Matos tuvo la más clara, luego de una gran asistencia de taco del Ogro, pero Carrizo le impidió el gol.
Como fue costumbre en este certamen, Cappa realizó un cambio en el entretiempo. Esta vez ingresó Ortega y se retiró el pibe Cirigliano. Un cambio que denotaba claras ambiciones ofensivas, pero el Burrito no hizo pie y cada día se parece más a un ex jugador.
A los ocho minutos, Pérez García –ingresó por el lesionado Grazzini- habilitó a J.P.Rodríguez y el uruguayo venció a Carrizo con un fuerte zurdazo al primer palo. Ambos conjuntos tuvieron algunas oportunidades de modificar el marcador, pero a River le faltó generación de juego para quebrar la resistencia de Cambiasso.
Se fue Cappa y en el horizonte aparece Boca. Del paso de Ángel por Núñez se pueden sacar varias conclusiones. Acertó con el arquero y la defensa, pero cuando ésta pasaba su mejor momento se equivocó en sacar a Ferrero –luego le devolvió la titularidad-, nunca encontró el mediocampo y extrañó mucho a Almeyda en estas últimas fechas, demostrando que su insistente pedido por Bolatti no era un capricho, Buonanotte y Ortega nunca estuvieron a la altura de lo que necesitaba el equipo y sacó a Funes Mori cuando el pibe era el goleador de su ciclo.
En su favor se podrá decir que a este plantel le falta jerarquía, salvo Carrizo, la solidez que mostraron los zagueros y Pavone, todos los demás dejaron mucho que desear. Cappa tuvo que apostar mucho a los pibes en un momento que los grandes tenían que hacerse cargo (¿Rojas, Ballón, Caruso o Acevedo eran los “grandes” indicados?). Passarella prometió grandes figuras de Europa y ex jugadores de la institución, pero no cumplió. Siguió subestimando este complicado presente que vive River. Cappa tuvo su culpa, el presidente también y los jugadores ni hablar. Se fue Ángel y el futuro se ve negro. River necesitará sumar la mayor cantidad de puntos posibles en este torneo y traer grandes refuerzos en el verano si quiere zafar de la Promoción. Mal que le pese a la gente Riverplatense.