Por Martín Rudistein
Que partido raro, parecía que Tigre se lo llevaba, parecía que All Boys lo empataba y lo daba vuelta, parecía que ninguno lo podía ganar, pero en mi opinión por como se dio el partido ganamos un punto y no, perdimos dos.
Cada tiro libre o córner de Tigre era un penal, subían las torres y ganaban todos los centros, así hicieron el primero y les anularon un gol por off-side. All Boys lo pudo empatar en el mejor momento del matador tras un error de Pérez y una avivada de Matos que se la dio a Grazzini. Dos goles con errores defensivos.
El segundo tiempo fue igual al primero, desborde de Leone, cabezazo de Galmarini al palo y gol de tete González, otra vez de cabeza. A remar otra vez de atrás, pero rápidamente tras una serie de toques, Grazzini puso el 2-2 con otro zurdazo.
Entró bien Torassa, pero de vuelta faltando 15, pelotazo a espaldas de Domínguez y Casteglione, la ganó Stracqualursi y el rebote que dio Cambiasso (muy mal partido) de carambola volvió a dar en el delantero y gol.
Ahí entró Fabbiani, que bajó una pelota contra 2 de Tigre y tras centro de Torassa vino el cabezazo de Matos y el empate final 3 a 3.
Después se pudo ganar pero más veces se pudo perder a lo largo del encuentro.
Hay que reconocer la insistencia y que por primera vez se pudo levantar un resultado adverso, de hecho 3 veces, pero hay varias cosas que mejorar. Primero la suerte (no depende de nosotros pero hay que ayudarla), otro partido que tenemos que hacer un cambio por lesión antes de los 20, te desacomoda el planteo y te deja una opción menos de cambio ofensivo. Segundo, la defensa y Cambiasso, muy malo lo de hoy, perdieron todo por arriba y los goles de Tigre vinieron por desatenciones o por la no salida de Cambiasso en los centros. Tercero, Ferrari no es lateral y hace lo que puede de 4. Cuarto, no puede ser que nos metan tantos goles de cabeza. Quinto y último, hay que atacar antes de que te vayan ganando, no cuando te mojan la oreja y conjuntamente, los cambios ofensivos tienen que venir antes de ir abajo en el marcador, no ser cambios para buscar el empate sino para querer ganarlo.