Por Guido Plotnik
La primera función no había sido satisfactoria. El domingo pasado en El Monumental, no apareció el tiki-tiki que tanto anhelan los hinchas de River para zafar de esta difícil situación con el promedio. Hoy Cappa visitaba su casa, y parece que La Quema le trajo buenos recuerdos.
Los primeros 45 minutos de River fueron muy buenos. Con mucha circulación de pelota, presión constante en la mitad de la cancha y un Ortega encendido, los de Núñez dominaron el trámite. El Roly Zarate asustó en el comienzo del encuentro, pero Huracán nunca más creó peligro en toda la primera etapa. A los 11, Funes Mori se sacó un rival de encima por la derecha y se la sirvió a Affranchino para que este abra el marcador. River siguió insistiendo de la mano del Burrito y sus socios Funes Mori y Buonanotte. Párrafo aparte para la actuación de Almeyda: excelente. Es conmovedor ver lo que corre un tipo que tiene 36 años y volvió a jugar al fútbol después de estar mucho tiempo inactivo. Los de Cappa tuvieron algunas oportunidades de aumentar pero no las aprovecharon y se fueron al descanso ganando por la mínima.
El segundo tiempo mostró a otro Huracán. Obligado a buscar el empate, los de Rivoira se adelantaron y complicaron con más huevo que fútbol. River perdió la pelota, Ortega y compañía bajaron su nivel y los defensores fueron los bastiones del triunfo. Los de Parque Patricios intentaron, pero carecieron de profundidad para concretar, mientras que los de Núñez se refugiaron en las manos de Carrizo, en la solidez de Maidana y Ferrero y en el interminable Almeyda. Merecida victoria del conjunto Riverplatense.
Las intenciones del equipo de Cappa son muy saludables. El primer tiempo fue realmente bueno y da para ilusionarse. El objetivo será poder sostener esa circulación de la pelota durante más tiempo y además agregarle un poco más de profundidad. Mientras, el tiki-tiki va de a poquito.