Por Guido Plotnik
Las cinco fechas sin ganar que lleva River preocupan y mucho. El Millonario visitó a Godoy Cruz y se trajo un empate en un partido que pudo haber ganado, como pudo haberlo perdido. La irregularidad es el sello de la era Cappa.
El primer tiempo fue malo. Los dos equipos se mostraron muy imprecisos, con poca elaboración de juego y nulas llegadas a los arcos. Cappa apostó por el trío Lamela-Caruso-Pavone y de éstos sólo respondió satisfactoriamente el Tanque. A Lamela le costó hacerse cargo de la conducción, a Caruso se lo vio con ganas de participar, pero bastante lento, mientras que el ex Estudiantes fue lo mejor de River por potencia y contagio. Godoy Cruz no mostró lo que venía haciendo a lo largo del certamen, ya que Ramírez aparecía en cuentagotas, los delanteros no pesaban y nada más Olmedo daba la cara en el Tomba.
Pero a los 40 minutos del primer tiempo llegó la apertura del marcador. Luego de una asistencia de Pereyra, el Tanque Pavone quedó mano a mano con Torrico y estrelló su tiro en el palo, pero en el rebote Sigali la metió contra su propia valla. Un gol insólito por donde se lo mire.
Para el complemento ingresó Ortega, pero River no consiguió mejor su circuito futbolístico. Los de Asad empezaron a animarse un poco más y a perderle respeto al Millonario y a los 7 empataron el encuentro. De un corner a favor del visitante, salió la contra y Ramírez, que hasta ese momento estaba jugando un partido regular, se mandó una corrida fenomenal para poner el 1-1.
Los de Cappa no se bajonearon y al rato se pusieron nuevamente arriba. La noche negra de Sigali se completó con una asistencia a Pavone, para que éste establezca el 2-1. Cuando todo parecía terminado y Cappa había hecho ingresar a Ballón por Caruso para “cerrar” el partido, Ramírez frotó la lámpara y dejó solo a Carranza, para que el pelado ponga la igualdad.
Párrafo aparte para la actuación del árbitro del partido Federico Beligoy. Sobre el final del encuentro le anuló un gol totalmente lícito a Funes Mori, luego de un gran pase de Ortega y anteriormente no había expulsado al uruguayo Curbelo tras una criminal patada sobre Lamela.
River empató en Mendoza y la gran pregunta es si se trata de un punto valioso. Estuvo en ventaja y se quedó en las puertas de una gran victoria y por eso duele, pero si se piensa en frío es una buena unidad para seguir sumando y pensar en escaparse de la zona baja. El título ya suena a utopía.