Bodega: Vasco Croft – Casal do Paço Padreiro
Region: Vinho Verde DOC – Sub región de Lima
Variedad: 100% Loureiro
Graduación: 10€
Precio: alrededor de 15 euros
Me gusta la gente que le pone pasión a sus cosas, gente a la que le brillan los ojos cuando habla, con ese brillo del que sabe que está haciendo lo que quiere, lo que le gusta. Debe ser porque soy Aries y, en el fondo, bastante pasional…
Esto viene a cuento porque, cuando escribí el post sobre As Furnias, en seguida me contactó Malena, la persona que lleva su distribución en Barcelona, para charlar sobre el vino y enseñarme algunos de los otros productos que representa. Es una de esas personas a las que me refiero antes, que sólo distribuye productos de gente que conoce, a la que ha visto trabajar y que le ha convencido de lo que hace (más gente pasional). Y, uno de los vinos de los que me habló fue de la gente que elabora este Aphros, a los que definió como “pandilla salvaje de portugueses”, con el mejor de los sentidos, gente con ganas de irrumpir en el mundo del vino, de romper reglas y estereotipos.
Casal do Paço es una quinta del s.XVII, en el norte de Portugal, que Vasco Croft, arquitecto de formación, recuperó para desarrollar un proyecto de permacultura, biodinámico, una granja auto sostenible, donde se ha creado su propio biodiversidad, una armonía entre los suelos, las plantas, los animales y la actividad humana. Es un auténtico remanso de paz, podéis comprobarlo visitando su web, de donde han salido las fotos que ilustran este post.
Los suelos de Casal do Paço son granítico-arenosos, con exposición al suroeste, y las viñas de Loureiro fueron plantadas entre 1992 y 2007, en conducción de espaldera de un solo cordón. Aquí nace este Aphros Ten, un vino joven, de una variedad muy sutil, la Loureiro. Recogida la uva en Septiembre, previa selección en la viña, posteriormente maceró con sus pieles y tras un ligero estrujado, fermentó en depósitos de acero inoxidable, donde permaneció en reposo con sus lías durante dos meses, antes de ser filtrado y embotellado.
El resultado es un vino de color pálido amarillo limón. En nariz, aromas frescos de cítricos, flores de azahar, mandarina. En la boca se nota de nuevo su frescura, es ligero, acidez viva y paladar jugoso, de nuevo toques cítricos, equilibrado, un toque dulce, delicado, buena duración. Su frescor y bajo grado alcohólico le hacen ideal como aperitivo, pero quedará bien con un plato de sushi, o con un plato de pasta. Nosotros lo tomamos con unas Mafaldine que trajimos de Cerdeña con nata y jamón, muy bien.
Gracias Malena por la recomendación, nos encantó!