EL CAIRO, julio 13.— El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, que dirige Egipto desde la caída del dictador Hosni Mubarak, decidieron posponer hasta octubre o noviembre próximos las elecciones parlamentarias, previstas en principio para el mes de septiembre, según dijo una fuente militar a la agencia oficial de noticias MENA.
Este anuncio se produce en respuesta a lo exigido por algunos grupos políticos y sectores de la sociedad egipcia que se quejaban de falta de tiempo para prepararse para los comicios, los primeros desde la renuncia el pasado 11 de febrero de Mubarak tras 18 días de protestas.
La fuente militar no especifica que estas nuevas fechas impliquen un aplazamiento de las elecciones, aunque desde el principio los dirigentes castrenses indicaron que la celebración de las mismas sería en septiembre, mientras que las presidenciales tendrían lugar dos meses después.
En el mes de septiembre, según la fuente, se iniciarán los trámites y las medidas necesarias relacionadas con la celebración de los comicios.
Asimismo, indicó que el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, que dirige Egipto desde la caída de Mubarak, cumplirá con lo establecido en el anuncio constitucional, cuyo artículo 41 estipula el inicio de estas medidas seis meses después de la entrada en vigor de esta carta magna provisional.
El anuncio de la Constitución provisional que rige el país se hizo a fines del pasado mes de marzo, lo que significa que estas medidas comenzarán antes del fin de septiembre.
La fuente militar señaló que tras el anuncio del comienzo de las medidas, los comicios legislativos se celebrarán en un plazo no menor de 30 días, que podría llegar a 50 o 60, es decir, en los meses de octubre o noviembre.
La fijación de la fecha del comienzo de las medidas y de las elecciones depende, según la fuente, de consideraciones de seguridad, organizativas y también de otras circunstancias como el mes sagrado del Ramadán, la peregrinación a la Meca y otras festividades religiosas.
Según el artículo 32 del anuncio constitucional, la cámara baja del Parlamento estará formada por no menos de 350 diputados, al menos la mitad de ellos trabajadores y campesinos, designados mediante elección directa y secreta para un mandato de cinco años.
En cuanto a la cámara alta, el artículo 35 del anuncio estipula que debe estar constituida por no menos de 132 miembros, de los cuales dos tercios serán elegidos de modo directo con un mandatos de seis años, mientras que el resto será designado por el presidente del país.
Limpieza en la policía egipcia
El ministro del Interior egipcio, Mansur Esawi, destituyó este miércoles a 669 altos oficiales de la Policía, incluidos aquellos acusados de estar implicados en la muerte de manifestantes durante las revueltas populares que derrocaron a Mubarak.
En una rueda de prensa, Esawi anunció el alejamiento de sus cargos de 505 generales y 164 oficiales de menor rango, acción considerada como el mayor cambio en la historia de la Policía egipcia.
El ministro destacó que este cambio para designar nuevos mandos en todos los escalafones de la Policía tiene «el objetivo de inyectar sangre nueva» en este cuerpo.
El pasado 6 de julio, Esawi anunció que cientos de altos cargos iban a ser reemplazados para recobrar la confianza de los ciudadanos y restablecer la seguridad, como exigían los grupos promotores de la revolución egipcia.
«El cambio constituirá una limpieza del Ministerio del Interior total, ya que alejará a ciento de generales (de sus puestos), que serán reemplazados por oficiales de menor rango que serán ascendidos», explicó Esawi.
Estas decisiones se convertirán en operativas a partir del 1 de agosto, informó el ministro.
Tensión en escalada
En tanto, la tensión continúa hace días en la nación del Norte de África. Los manifestantes instalados desde el viernes en la plaza Tahrir de El Cairo están dispuestos a seguir allí para pedir reformas, pese a la advertencia de las autoridades.
Los manifestantes critican la lentitud de las reformas desde la caída de Mubarak, y reclaman una justicia más firme y rápida con los dirigentes del ex régimen. Muchos en las calles cariotas manifiestan su descontento porque en seis meses desde la dimisión del dictador, no ha ocurrido nada que denote un verdadero cambio.
Incluso, se muestran convencidos de que realmente no existe una voluntad de aplicar sanciones y castigos a funcionarios del régimen de Mubarak acusados de crímenes de lesa humanidad y de malversación de fondos públicos.
Las autoridades han advertido que el ejército «no utilizaría la fuerza contra los manifestantes, pero se mostraría firme ante toda tentativa de sabotaje», y de obstrucción de las instituciones del Estado.
No obstante, miles de egipcios marcharon el martes desde la plaza Tahrir hasta la sede del gobierno, para pedir la renuncia del jefe de la junta militar en el poder, el mariscal Husein Tantaui.
*Fotos: Reuters