Cuando tienes dos o más hijos y todos ellos han pasado o están pasando por la etapa de educación infantil, seguro que hay una palabra que te da escalofríos: la AGENDA. No desesperes, existen app para guarderías que pueden cambiarte la vida. A ti y al personal docente a cargo de tus hijos. Te contamos más...
Recuerdo cuando mi hija mayor empezó a ir a la guardería, tenía 15 meses y todo era una mezcla de ilusión y terror por dejarla con desconocidos. Al comenzar el curso, me dieron una mochila y una agenda en papel. Era una libreta con calendario, planificación semanal, espacio para notas... Como cualquier agenda escolar. Lo que yo entonces no sabía era que aquello en se convertiría en una agenda digital infantil, gracias a una app para guarderías. Pero para que eso ocurriera aún faltaban unos pocos años.
De la libreta y el boli a la app para guarderías
Soy muy analógico, lo confieso, me encantan los cuadernos, los libros y las agendas. Por eso cuando recibí la primera agenda escolar de mi pequeña estaba encantado. Escribía parrafadas enormes a la maestra cada noche, y ésta me respondía con textos de similar longitud, caritas sonrientes y corazones -las maestras de infantil son tremendamente aficionadas a estas expresivas muestras de cariño-. Disfrutaba mucho con nuestra relación epistolar.
Al curso siguiente mi hija cambió de guardería y en la nueva se repitió el ritual de la agenda -esta vez no me la regalaron, tuve que pagar 12 eurazos que me dolieron un poco...-, y mi comunicación con su nueva maestra volvió a fluir de la misma forma que el año anterior. Aunque la nueva era menos proclive a contestar con largos textos, y se limitaba a poner un ¡Muy bien todo! junto a un enorme corazón. Suponía que reflejo del amor que profesaba a mi hija, y de la falta de tiempo al estar a cargo de 20 niños de 2 años.
Sin embargo, pronto mi situación cambió y la agenda en papel empezaba a ser un engorro, pero aún no tenía la app para guarderías.
La agenda digital infantil entra en mi vida
Si os contaba que mi situación cambió, es porque tuve un segundo hijo. Y tener un segundo hijo no implica pasar de tener uno a tener dos. Noooo. Ya me lo decían las abuelas: "dos no es uno, dos son veintidós". Así, el trabajo en casa se multiplicó por mil, y mis extensas misivas a la maestra se fueron al garete con mi hijo pequeño. El primer año aún no conocíamos los beneficios de la agenda digital ni app para guarderías, y he de reconocer que la mayoría de los días olvidaba tanto escribir como leer la agenda.
Como consecuencia de estos despistes: no me enteraba de que había que llevar al niño vestido de amarillo tal o cual día, no me enteraba de que había hecho caca blanda, ni de que era el día de los abuelos, ni de nada... Mi sentimiento de culpa empezó a ser más grande que los corazones de la antigua maestra.
Y entonces... volvimos a cambiar de guardería y, en lugar de darme la consabida agenda escolar en papel, me instaron a bajarme una app para guarderías con una completa y utilísima agenda digigal infantil, que me ha cambiado la vida. Las maestras me dejan mensajes importantes, me dicen cómo ha comido y dormido, cómo han sido las deposiciones, e incluso cuelgan fotos de las actividades que hacen en el aula.
Y para enterarme de todo esto no tengo que hacer esfuerzos, me llegan notificaciones al móvil y las puedo ver en cualquier sitio. Una app para guarderías no se te pierde, no se queda en clase ni en el bolso del carrito. Va contigo a todas partes. ¡Bendita sea la tecnología!