Grandes compañías como Apple, Samsung y Sony, están implicadas en el trabajo infantil, Amnistía Internacional denuncia que no realizan las comprobaciones necesarias para asegurar que las materias primas que reciben para fabricar sus aparatos electrónicos, no se han obtenido con mano de obra infantil. En este caso Amnistía Internacional habla del cobalto, un metal ferromagnético que se utiliza en superaleaciones de alto rendimiento por su dureza y alta resistencia.
La ONG ha elaborado un informe titulado “This is what we die for: Human rights abuses in the Democratic Republic of the Congo power the global trade in cobalt”, en el que se analiza la extracción y venta de cobalto y en el que se pone de manifiesto que su extracción la realizan adultos y niños a partir de 7 años de edad que trabajan en minas en condiciones extremadamente peligrosas. Este elemento se utiliza en las baterías de iones de litio, es decir, las baterías de prácticamente todos los dispositivos que fabrican las empresas citadas, aunque hay que decir que la lista de empresas que se abastecen del cobalto extraído vulnerando los derechos de los trabajadores y los niños es muy extensa.
La extracción de cobalto encierra muchos peligros, quienes se encargan de obtener el mineral se exponen a daños pulmonares permanentes, al derrumbe de los precarios túneles, a la exposición a gases que pueden acabar con la vida y así un largo etcétera de peligros. En el informe se explica cómo las compañías compran el cobalto que ha sido extraído en el Congo, utilizando compañías como Congo Dongfang Mining (CDM), filial en propiedad exclusiva del gigante chino del comercio de minerales Zhejiang Huayou Cobalt Ltd (Huayou Cobalt).
La ONG ha utilizado en la investigación documentos de inversores que demuestran como la empresa Huayou Cobalt y su filial, se encargan de procesar el cobalto antes de venderlo a tres fabricantes de componentes para baterías en China y Corea del Sur, estos a su vez lo venden a su vez a fabricantes de baterías que aseguran abastecer a empresas de tecnología y automóviles, entre ellas Sony, Daimler, Volkswagen, Apple, Microsoft y Samsung.
Claro, que aunque Aministía Internacional habla del cobalto, no hay que olvidar que el continente africano está siendo expoliado por muchas empresas en la extracción de diferentes materias primas, en ellas participan los niños. Podemos poner como ejemplo el coltán, una aleación mineral formada por columbita y tantalita cuyo nombre no es una denominación científica, simplemente es la fusión del nombre de los dos minerales indicados. Este elemento también es muy importante para las empresas tecnológicas, con él se crean condensadores de equipos electrónicos debido a que posee una alta eficiencia volumétrica, gran conductividad, alta fiabilidad y estabilidad en un amplio rango de temperatura, etc.
Da la casualidad de que la República Democrática del Congo posee el 80% de las reservas mundiales de coltán (resulta vergonzoso que se denomine república democrática), siendo un país en el que el soborno está institucionalizado y donde las autoridades permiten que los niños sean explotados laboralmente. Seguramente muchos de vosotros recordareis el programa de Antena 3 ‘En Tierra Hostil’ en el que se denunciaba este hecho.
Hay que tener en cuenta que el coltán es una aleación de la que se dice que mueve el mundo, ya que se emplea en todo tipo de dispositivos tecnológicos, tabletas, smartphones, televisores, videoconsolas, satélites, prótesis, etc. El coltán del Congo se extrae en condiciones tan lamentables como el cobalto y otros muchos minerales, se ha denunciado en reiteradas ocasiones la situación que viven los niños y los habitantes del Congo en general, pero parece que hay demasiados intereses para que todo siga igual.
Ahora Amnistía Internacional denuncia la extracción del cobalto y la implicación de los niños en ella, según explican en su página, se pusieron en contacto con 16 multinacionales que figuraban en la lista de clientes de los fabricantes de baterías que se abastecían de mineral procesado de Huayou Cobalt, una admitió la relación, cuatro no supieron contestar si el cobalto que adquirían procedía de la República Democrática del Congo (RDC) o de Huayou Cobalt, seis aseguraban que estaban investigando el asunto, cinco negaron cualquier relación con Huayou Cobalt a pesar de que los documentos mostraban lo contrario.
Una gran verdad que dice Amnistía Internacional es que resulta sorprendente que algunas de las empresas más ricas e innovadoras del mundo puedan vender aparatos de tecnología avanzada sin tener que demostrar dónde adquieren la materia prima para sus componentes. Como ocurre con el coltán, el cobalto se extrae bajo la premisa ‘ojos que no ven, corazón que no siente’, sólo importa el beneficio económico. Por otro lado, la mayoría de los consumidores desconocemos lo que hay detrás de estas extracciones, el cobalto se compra sin hacer preguntas y parece que no importa nada cómo se ha extraído.
Para que os hagáis una idea de las condiciones de trabajo, os invitamos a ver este fragmento del programa ‘En Tierra Hostil’, aunque se habla del coltán, podéis trasladar las condiciones lamentables de trabajo al cobalto.
Se expolia el continente africano y se utilizan niños, las empresas pueden argumentar que no saben nada, pero lo cierto es que desde hace años se denuncian estas prácticas, la violación de los derechos de los niños y los derechos humanos y no han hecho nada para solucionarlo. Es muy difícil que la situación cambie, cada cierto tiempo se realiza una denuncia, se habla sobre el tema, y después parece quedar en el olvido. Os invitamos a leer el documento publicado por Amnistía Internacional a través de este enlace (Pdf), seguramente se os encogerá el corazón. ¿Cuándo empezarán estas grandes compañías a ser responsables socialmente?
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Apple, Samsung y Sony están implicadas en el trabajo infantil