Aprender a cuidarse

Hablo mucho en mis posts sobre el cuidado de uno mismo y lo hago porque creo firmemente que el único camino posible que podemos coger para alcanzar la felicidad y la alegría es cuidándonos.
El problema fundamental estriba en que muchas personas no saben cómo cuidarse ni que hay que hacer,  saben lo que significa pero no tienen bien asimilado este concepto.
El "cuidado" es el conjunto de actividades y experiencias que realiza cualquier persona que se ocupa del bienestar de otros y de ella misma. Por lo tanto, tenemos que prestar atención a lo que hacemos "actividades" y a lo que "sentimos".
En la consulta suelo comentar con aquellos pacientes que están en proceso de cambio o que están empezando a prestarse más atención que es importante atender varias parcelas de nuestra vida; la cognitiva, la conductual y la física. El cambio sólo en una de ellas no produce cambios efectivos ni duraderos. Si quieres aprender a cuidarte, tienes que atender estás tres áreas.
Cuando hablo de la parte cognitiva me refiero a nuestros pensamientos, a nuestras creencias. La conductual hace referencia a nuestra forma de actuar, nuestras reacciones; y el área física es nuestro cuerpo, lo que nos dice (tranquilidad, nerviosismo,...) a través de sus señales (palpitaciones, relajación, fatiga, etc...).
En mi articulo de este mes de la revista corposano comparto unos tips sobre cómo aprender a cuidarse, aquí te dejo el enlace Revista Corposano- Aprende a cuidarte.
Aprender a cuidarse y a estar pendientes de nuestras necesidades y de las señales del cuerpo es una tarea a la que debemos dar prioridad en nuestra vida, especialmente si los momentos por los que estás pasando no son muy buenos.
Me encantaría ir desglosando estas ideas e ir dándote unos ejercicios prácticos para que asimiles mejor el concepto. ¿Te animas a aprender a cuidarte? ¿Qué haces para estar pendiente de tus necesidades emocionales?
Los siguientes enlaces son otras entradas relacionadas con este tema:

• El amor a uno mismo
• Cuidemos de nosotros mismos
• Amarse a uno mismo incondicionalmente