Aprender a escribir a mano prepara al cerebro para aprender a leer

A finales del año pasado nos hacíamos eco del cambio que se preparaba en la educación escolar de Finlandia, a partir del año 2016 los niños aprenderán primero mecanografía, dejando relegada a un segundo lugar la escritura manual. Este cambio se considera a raíz del uso habitual de las tabletas, ordenadores y otros dispositivos tecnológicos en las escuelas y en el hogar. Lo peor de todo es que se resta importancia a la escritura manual, es como si fuera algo del pasado, lo coherente sería brindar la misma importancia a ambos tipos de escritura.

Cada vez más niños pasan más tiempo utilizando los dispositivos mencionados y dejan de escribir utilizando papel y bolígrafo, se utilizan más las teclas. ¿Perjudica esto al desarrollo y bienestar de los niños? Parece ser que algunas investigaciones sugieren que sí. Una profesora y neurocientífica de la Universidad de Bloomington (Estados Unidos) ha realizado investigaciones al respecto con niños que todavía no sabían leer, los resultados indican que el cerebro de los niños responde de forma distinta cuando aprenden con letras escritas a mano o con el teclado. Es más, se determina que aprender a escribir a mano prepara al cerebro para aprender a leer.
Del mismo modo que en Finlandia se prioriza la mecanografía en la educación infantil, en Estados Unidos en muchas escuelas aprender a escribir a mano es optativo para el profesorado, parece que esto es un grave error y así parece demostrarse en el estudio realizado por la experta. En el estudio se seleccionó un grupo de niños que todavía no sabían leer pero sabían identificar las letras. Se dividieron en dos grupos, uno aprendería a escribir diferentes letras a mano y el otro utilizaría el teclado, evidentemente este último grupo lo tendría más fácil.

Se realizaron resonancias magnéticas para evaluar la activación cerebral durante el avance del aprendizaje de ambos tipos de escritura, la idea era ver cómo el cerebro y la actividad cambiaba a medida que los niños se familiarizaban con el alfabeto. También se escanearon los cerebros antes y después de enseñar las letras a los niños para comparar los resultados, además se midieron los niveles de oxígeno que consumían los cerebros como indicador de la actividad cerebral.

Parece ser que los resultados fueron bastante concluyentes, el cerebro responde de forma diferente a los dos tipos de escritura. Los niños que aprendieron a escribir a mano tenían unos patrones de activación cerebral similar al de los patrones de las personas que saben leer y escribir a mano, algo que no ocurría con los niños que habían aprendido a escribir con el teclado.

Según los resultados de los escáneres cerebrales, escribir a mano prepara el cerebro para un sistema de aprendizaje que facilita la lectura, pero hay más puntos a tener en cuenta. Los niños que escriben a mano desarrollan habilidades motrices finas con el fin de poder desarrollar la destreza necesaria para reproducir las letras en el papel. Los expertos consideran esta cuestión muy importante ya que puede resultar beneficioso en muchas otras áreas del desarrollo cognitivo.

Según leemos aquí, la solución podría ser utilizar programas de caligrafía en las tabletas, programas que obliguen a los niños a escribir sobre la pantalla tal y como harían con un lápiz sobre el papel, de este modo quizá se lograrían desarrollar las destrezas manuales y se prepararía mejor al cerebro para el proceso de aprender a leer. Sin embargo, los expertos no creen que este tipo de programas puedan ser una alternativa efectiva a la escritura manual.

Como ya explicábamos en el post sobre el modelo educativo de Finlandia, se debería dedicar el mismo tiempo a los dos tipos de escritura y no relegar a una segunda posición la escritura manual.

Foto | Woodleywonderworks

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