Bienvenidos durante otra semana más a la #fiestatemática. Esta semana trataremos de abordar aquellas experiencias que te han marcado en tu vida. De que vivencias has tenido que han hecho que te replantees tu forma de vida, que te sientas afortunada o que te hayan hecho cambiar algún hábito o idea que tenías sobre algo. Seguro que todo el mundo aunque no lo crea y piense que tiene una vida muy normal ha vivido alguna experiencia, tanto por buena como por mala o por impactante que ha hecho que se replantee las cosas de otra manera, que cambie su estilo de vida o forma de pensar o que le ha hecho de alguna manera abrir los ojos a la realidad. Yo, con mi experiencia profesional, he vivido situaciones que me han hecho sorprenderme, quedarme sin palabras, dar gracias por lo que tengo, valorar las verdaderas cosas importantes en la vida.... Pero hoy os voy a contar mi primera experiencia laboral que me marcó y me hizo darme cuenta de lo poco que apreciamos las cosas. Como ya sabréis, soy algo presumidilla, y me gustan mucho las cremitas, los cuidados personales, los truquitos de belleza..... en fin esas cositas que a muchas mujeres nos tienen enganchadas. No sé cuando comenzó mi afición por los maquillajes, las cremas y este tipo de temas, pero es que es verdad que soy de las que piensa que hay que quererse a una misma y demostrárselo con los cuidados. Esta conclusión mía, puede hacer parecer que detrás hay una persona fría, materialista y vacía de contenido que solo piensa en ella y en su ombligo, pero nada que ver. Bueno no me enrollo más y os cuento mi historia. A los 21 años comencé a trabajar en un centro infantil (prefiero no decir el nombre porque eso es lo de menos). No fue mi primer trabajo, ya que antes había trabajado en algún otro, pero si de los primeros que tuve. Antes de incorporarme al centro, pensé que seria igual que en los demás que ya había estado trabajando pero que sería un poco más duro emocionalmente. Os explico un poco por que os cuento esto. Siempre he trabajado en centros problemáticos con personas en riesgo de exclusión, así que al mandarme a otro más no pensé que el cambio iba a ser tan brusco.
Cuando llegué mi primer día de trabajo, me encuentro que el sitio en cuestión es un gueto alejado de la urbe y los niños que acuden al centro son los que viven en esa barriada. Mi experiencia allí durante los meses que trabajé me hizo pensar en muchas cosas. Las mamás venían por las mañanas apenas sin asear y a medio terminar de vestir o con el pijama debajo del abrigo, muchas porque apenas tenían ropa. El estado de higiene de los niños os lo podéis imaginar solo con deciros que en muchas casas no había para una bombona para calentar agua. Se puede decir que el centro era totalmente asistencial y atendíamos prácticamente las necesidades primarias de los niños durante su estancia en el centro, tanto de comida, como de higiene como de ropa. Una de las cosas que también me sorprendió es que a pesar de la situación que tenían, los niños estaban contentos, eran felices y además como anécdota les encantaba el agua y ponerse guapos y limpitos, jejejeje. Y allí estaba yo, toda amante de olores y cremitas nuevas para probar trabajando en un sitio como ese. Conforme pasaban los meses me di cuenta la alegría que da poder abrir un grifo de agua caliente y darte una ducha. Aprendí a valorar el verdadero sentido de las cremas y esa sensación de bienestar que te dejan en el cuerpo después de quedarte limpita. Me di cuenta lo que se disfruta cuando te vas a la cama después de tomarte algo calentito y estar recién duchada y encontrarte que tienes la sábanas recién cambiadas. La verdad es que todas estas cosas son pequeños detalles que tenemos tan cerca y estamos tan acostumbrados que a veces no los apreciamos lo suficiente y no le damos importancia. Pero la vida al final no está hecha de grandes cosas, sino de pequeños detalles.
Las fiestas temáticas de blogs es una idea de Infancia en familia y si estas interesado en participar solo debes seguir estos consejitos. Cada lunes se publicará el tema al que dedicaremos la fiesta del viernes, así os dará tiempo de preparar algo por si queréis participar, aunque también podéis participar con alguna entrada ya publicada anteriormente. Os espero los viernes!!!!!
Para la semana que viene nos volveremos a encontrar y como se acerca el día del padre le dedicaremos la fiesta a los papas, aunque si alguno quiere y los dejan (casi siempre somos chicas las que participamos con nuestros blogs) pueden ser ellos los que se expresen, escriban sobre su paternidad o sobre sus anécdotas de ser padre. Como resolvieron sus pequeños problemas con los bibes, los pañales.......
Os espero el viernes que viene!!!!!!