Revista Sociedad

Aprendiendo en la carretera: El instincto gregario

Publicado el 22 agosto 2011 por Valedeoro @valedeoro

Coches viajando en grupos en una carreteraAntes de emprender el viaje a Alemania para la boda de mi hermano terminé el libro “O livro da Bruxa” de Roberto Lopes (lamentablemente solo está disponible en portugués). Relata la historia de un doctor que conoce a una anciana muy sabia que le enseña cómo vivir en el presente, disfrutando del momento.

El instinto gregario en la carretera (y la vida)

En un capítulo los dos protagonistas viajan de coche. El doctor se enfada porque tiene la impresión de que los coches que van delante suyo son demasiado lentos, conducen mal y le ralentizan en su viaje. La anciana le pide que reduzca la velocidad y deje pasar a esos coches. Y resulta que unos minutos más tarde el coche en el que van ellos está caso solo en la carretera. Se encuentran en el espacio vacío entre dos aglomeraciones de coches. Así viajan tranquilos a la misma velocidad que cualquier de los dos grupos, pero sin estrés.

Según el libro, los humanos tendemos a agruparnos y no nos gusta abandonar grupos preestablecidos. Pero no todos los grupos tienen el mismo valor. Hay grupos que son más agresivos, más perjudiciales para nuestra tranquilidad. En este caso lo correcto es abandonar el grupo, dejándolo pasar, para disfrutar de la tranquilidad de viajar solo. Y si quieres, puedes incorporarte más tarde en un nuevo grupo.

No todo grupo es igual

El otro día tuve que coger el coche. La boda se celebró en un pequeño pueblo a 2 horas de la ciudad de mis padres. El trayecto constaba de una hora de carretera (Autobahn) y una hora de carretera secundaria. Era perfecto para probar si lo de los coches era verdad. ¿Realmente se puede viajar más tranquilo encajado en el espacio entre dos grupitos?

Resulta que sí es verdad (hasta encontré una foto que muestra los grupos para este post). Es posible viajar entre dos grupos de coches, lo que significa que tampoco vas más lento que ellos. Y lo que me sorprendió todavía más: los grupos de coches también tienen caracteres. Había grupos en los que me sentí mejor que en otros. Parece que los conductores agresivos se quedan juntos y los tranquilos también. Así que la solución para un viaje tranquilo es o hacerlo en soledad, o buscarse un grupo de coches que viaja a la misma velocidad y te “cae bien”.

Vale la pena recordar que ninguno de los grupos va más rápido que otro. Los agresivos solo cambian mucho más las posiciones entre si. Esto también se puede aplicar a la vida real. Si tus grupos de amigos y actividades te causan mucho estrés, quizás es hora de tomarte un respiro y dejarlo estar por un momento. Siempre podrás juntarte de nuevo a estos grupos. Pero al tomarte un tiempo a lo mejor conocerás otros grupos que te abran tus horizontes y te apoyen en el camino en vez de estresarte.


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