En el mes de febrero hablábamos sobre la nueva reglamentación de la leche de fórmula en Estados Unidos que tienen el propósito de mejorar los estándares de calidad de los fabricantes, se preparaba un conjunto de normas que además deberían intentar evitar las deficiencias nutricionales en los bebés durante el primer año. Pues bien, ahora ya han sido aprobadas las nuevas normas de la leche de fórmula, pero se han introducido algunos cambios con respecto al borrador que se presentó en el mes de febrero.
La nueva normativa entrará en vigor el próximo mes de septiembre, en ella se detallan puntos como la obligación de los fabricantes a demostrar que sus preparados respaldan el desarrollo normal de los bebés. Será obligado que la leche de fórmula para bebés sea evaluada nutricionalmente antes de que se comercialice, se deberán realizar análisis obligatorios para descartar la presencia de bacterias como la Salmonella, la Cronobacter, etc. Se incluye además una guía de buenas prácticas en la fabricación concebidas específicamente para las formulaciones infantiles, hay que decir que este conjunto de normas sólo se aplica a aquellas leches artificiales para bebés sanos y sin problemas médicos o dietéticos.
Que se lance esta nueva reglamentación tiene mucho sentido, y más sabiendo que en Estados Unidos sólo el 75% de los recién nacidos toman leche materna, y dos terceras partes de los bebés dejan de tomar el mejor alimento del mundo al cabo de tres meses. En cifras: un millón de recién nacidos son alimentados con leche de fórmula desde su nacimiento y unos 2’7 millones de bebés abandonan la lactancia materna para empezar a nutrirse con leche artificial. Las madres sustituyen demasiado pronto la leche materna por la leche de fórmula, privando a sus bebés de los beneficios que ofrece la leche materna.
Como ya explicábamos en su momento, es chocante que la FDA (Food and Drug Administration) se esfuerce tanto en garantizar la calidad de la leche artificial y que no realice un mayor esfuerzo por promover la lactancia materna y mostrar todos los beneficios que ofrece a los bebés. Esto nos hace pensar que existen grandes intereses económicos y que las grandes compañías ejercen una gran presión para que sus productos permanezcan por delante de la leche materna.
Este conjunto de normas ya las cumplían voluntariamente los fabricantes (al menos la mayoría), ahora es obligado, muchos esfuerzos se han realizado por mostrar que la leche de fórmula será segura y estará fabricada acorde a las necesidades nutricionales de los bebés, pero por mucho que se esfuercen la FDA y los fabricantes, hasta la fecha ningún preparado es equiparable a la leche materna.
Podéis conocer más detalles sobre la nueva reglamentación y los procedimientos que se llevarán a cabo para comprobar que se siguen fielmente, a través de este comunicado oficial de la FDA.
Foto | Julien Haler
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Aprobadas las nuevas normas de la leche de fórmula en Estados Unidos