Un profesor de Matemáticas en mi instituto tenía la costumbre de, en determinados exámenes, escribir un símbolo, una especie de flecha cuando los corregía. Así, al ver tu examen y encontrarte con tal dibujo, sabías que estabas aprobado, pero. Pero significaba, en palabras de aquel profe, que se te había aparecido la Virgen y que ya podías dar gracias. Tal cual. "Los que tengan la flecha ya saben, se les ha aparecido la Virgen". Lo que seguía continuación era una sucesión de risas, risitas más bien, adolescentes. Es que en la clase éramos mayoría las féminas y digamos que aquel profe, con su aire de empollón triunfador, sus camisas azules, su sonrisa profidén y sus bromas, nos traía por la calle de la amargura y el paseo del dolor. Cuentan que algunas, ehem, llegaron a tachar en un calendario las clases que quedaban con él, en plan sufrimiento agónico, y que jamás de los jamases adoraron tanto las matemáticas como en aquel año. Pero, en fin, son todo rumores. E-hem.
A lo que iba, que me disperso. Que he aprobado inglés, pero, como diría mi profe de Matemáticas, con intervención divina de por medio. La Virgen, los apóstoles, los arcángeles y todo aquel que quedaba libre en el Cielo. Todos para mí. Venga.
Sí, ya tengo el C1 famoso. En teoría, y quedaos con este dato, las notas no salían hasta el miércoles, así que esta mañana todo era tranquilidad, calma y placidez dominguera. A mí la situación me ha tenido que pillar, precisamente, rodeada de libros y apuntes de inglés. Lo que se dice contextualizando el momento. En fin.
Y es que, aprovechando el descanso dominical, me he dedicado a hacer limpieza de materiales de estudio. Cinco años en la Escuela de Idiomas dejan huella en forma de varios libros con sus correspondientes workbooks, cuadernos, apuntes, fotocopias, archivadores... Etcétera. Así que hoy me he puesto a tirar todo lo que no me valiera, que para qué tenía guardados los libros de 1º de Intermedio, para qué. Diogenismo a tope.
Así estaba yo, tira que te tira, cuando ha sonado el móvil. Un aviso de correo electrónico. Miro, y, tachán, el teacher. Que ya tenéis las notas, guapos, que, aunque os dije que el miércoles, las he puesto hoy, tres días antes. Porque soy así de eficiente. Y porque -se sobreentendía- es que no había mucho que corregir, ¿sabéis? YOU KNOW?
Con el alma en un puño y unos sudores que ni la maratón en Écija a 15 de agosto, me he dispuesto a abrir la página de la EOI y conocer la verdad. Mi verdad. Aquí debo añadir que, como soy así de dramas, anoche tuve una revelación y supe que en el oral la había fastidiado. Sí, una revelación. Esto de que te estás quedando sopa y, de repente, SABES que no hay que nada que hacer, que el oral te salió como un churro deforme. Así que yo, con mi revelación a cuestas, he entrado en la web de la escuela, y.... Glups.
Glups, sí. Glups porque, aunque me han puesto Apta, la debacle ha sido tremenda. Cuatro años con notas que subían hasta la estratosfera mal acostumbran a cualquiera. Y si esa cualquiera es una Hermione de la vida, comprenderéis que mi pírrico cinco en el oral no me haya sentado del todo bien. Aunque viniera a confirmar la revelación antes citada: en el oral la fastidié, pero a lo Catedral de Burgos style. No una cosa mediana, no. A lo bestia.
Y en el resto de partes del examen el tema no ha ido mucho mejor. Unas notas muy discretas. Que, si lo pienso con madurez y raciocinio, es normal. Normal porque (pequeño detalle) no he estudiado. Entre pitos, flautas, trabajo e historias, he tenido la cabeza en todo menos en el inglés y me he presentado al examen a lo loco. Otros años, con el nivel de exigencia más a niveles de persona humana, no he tenido problemas. Pero este, que han subido el listón a 'Inglés Británico BBC Royal Family', me he quedado ahí. Sostenida por la Virgin Saint Mary, de puritito milagro, no más.
Eso sí, pese a que, ya os digo, estudiar poquito, estas notas tan descafeinadas me han dejado muy plof. Hasta que, claro, el grupo de WhatsApp ha empezado a funcionar y he comprobado que lo mío, lejos de ser una excepción, ha sido de lo mejorcito. Imaginad el resto.
Yo, claro, en cuanto he visto el aviso del teacher he dado el queo. Y ay.
Ay. Según iban llegado los mensajes he empezado a mirarme las rodillas y a preguntarme si Lourdes quedaba muy lejos. No os digo más. Una ruina, un desastre, una aniquilación sin precedentes. Algo nunca visto.
Así que, bueno, encima tendré que dar las gracias. Y, supongo, que llegara el día en el que esté hasta contenta. No sé. Porque ahora mismo lo que me dan ganas es de presentarme en septiembre a subir nota. Que estoy os lo digo por aquí porque si lo suelto en el grupo lo mismo me apedrean. Y con razón, eh. Con razón. Que no se puede ser tan Hermione, que ya lo sé... De hecho, esta tarde mientras miraba páginas web de academias de inglés para empezar a prepararme el CAE me he dado cuenta de lo insoporteibol que soy y me he obligado a cerrarlas y todo.
Algo es algo, ¿no?
Jo...
(To be continued: el examen, cómo fue, qué exigen, esas cosas....)