Apuestas de juego, la ruina de los locos

Dado que en todas las webs de Internet nos tratan de adoctrinar de cómo ganar dinero realizando apuestas en juegos y deportes, ya que es lo que a los usuarios más les llama la atención, desde Otra corriente nos gustaría advertir que muchas veces, mejor dicho la mayoría, suele tratarse de estrategias erróneas cuyo fin reside en hacernos picar para que apostemos y así perder nuestro dinero de manera más o menos rápida de modo que, para cuando nos demos cuenta de que la estrategia no da resultado será ya demasiado tarde. Sólo unas pocas apuestas pueden dar resultados positivos –las hemos descrito ya aquí en anteriores artículos y alguna más que ya contaremos próximamente-.

La manera de distinguir qué estrategias son eficaces en los juegos de azar, póker, mus, apuestas deportivas, etc., son fácilmente detectables, no sólo en las ganancias sino por su similitud, aunque se trate de distintos juegos.

Todas estas estrategias eficaces siempre -y digo siempre- están basadas en la observación, la selección y la paciencia, mucha paciencia.

Al contrario de lo que la mayoría de los jugadores quieren, que es divertirse ganando y participando de una manera activa, estas estrategias para apostar en los juegos de azar tienen más parecido con la pesca que con la caza, es decir, piano, piano.

Sólo los jugadores más metódicos y pacientes tienen opciones de salir airosos. Deben abstenerse, por tanto, los jugadores alocados, los juegos de azar, no son lo suyo. El autocontrol es una de las claves pero no la única.

Los jugadores alocados y supersticiosos se dejarán llevar por las rachas positivas en las que cada vez apuestan más dinero, motivados por el estado de euforia que provoca que nos hará aumentar cada vez más y más las apuestas saliéndonos de la estrategia, pensando que es fácil ganar y que, cuanto mayor sea la cantidad arriesgada, mayor será el beneficio a recoger. Sin embargo, en lo que no se suele pensar es en que siempre llega el momento de la mala racha lo que nos conduce inexorablemente al gran batacazo.

También se dejarán llevar por las rachas negativas en las que recuperar el bankroll perdido a marchas forzadas se convierte en el objetivo primordial, en la mayoría de los casos llevándonos a la ruina.
Estos jugadores, si comienzan ganando, harán falsa la frase: “ahora estoy jugando con dinero del casino, no mío” y, mientras imaginan como será su nuevo coche, se darán cuenta de que el dinero que iban ganando ya no existe. Si por el contrario comienzan perdiendo y su bankroll disminuye considerablemente, entonces sí harán buena esta otra frase: “Aumento las apuestas porque tengo que recuperar”

Por tanto, elegir una buena estrategia, que rara vez nos hará ganar grandes cantidades, no salirse del plan previamente concebido y aumentar las apuestas sólo si entra dentro de la estrategia a seguir, nos dará opciones de ganar a largo plazo. Esto lo decimos en Otra corriente, practicantes convencidos -y con mucha experiencia- en el juego estratégico, con una paciencia infinita y que no por ello nos hemos librado de darnos batacazos cada cierto tiempo.