No cabe esperar lo mismo de España, donde el sexismo en la vida pública y privada sigue presente, infranqueable, a pesar de las declaraciones vacuas de los departamentos políticos correspondientes. Nos hemos acercado a una librería a comprar los regalos de navidad y nos hemos encontrado con este par de cajitas de trucos de magia y otros entretenimientos:
Desde la misma portada ya se les enseña que hay cosas que pertenecen invariablemente a las chicas, y otras a los chicos. Incluso en la de éstos se deja bien claro que su contenido está vedado para ellas. Cuesta encontrar justificación a semejante estupidez, sobre todo cuando el interior, tan supuestamente marcado en cuanto al sexo, lo es si acaso por el impresentable subrayado del comerciante, y nada más.
Y al verlo no podemos evitar pensar que la historia de 2013, en lo que atañe a cuestiones como la igualdad o la violencia de género, ha comenzado a escribirse en la cubierta de estas cajitas de juegos.