Ciertos medios han criticado duramente la labor del árbitro Pablo Lunati en La Bombonera el último sábado en el partido entre Boca y Argentinos Juniors. Más allá de que haya acertado con la expulsión de Nicolás Berardo luego de una dura patada ante Ledesma, el gol en posición adelantada de Darío Cvitanich sirvió como punta de lanza para algunos periodistas que, incluso, se animaron a calificar como que “inclinó la cancha”.
Pero si los de Falcioni fueron beneficiados, cabe destacar el penal que Fernando Echenique le otorgó a River cuando el equipo de Nuñez estaba en desventaja ante Atlanta. Ni el línea ni el propio juez vieron la ¿avivada? de Trezeguet, que se tiró en el área y engañó al árbitro.
Sin embargo, estos “horrores” arbitrales no solo suceden acá. Si revisamos, este fin de semana ocurrieron dos hechos puntuales muy similares a los que vimos en el fútbol argentino.
En la Premier League, Mario Balotelli fue expulsado en el duelo ante Arsenal , pero el árbitro debió haberlo hecho mucho antes por una criminal plancha del italiano sobre Alex Song que ignoró totalmente.
De todos modos, lo más escandaloso se vio en el partido entre Manchester United y Queens Park Rangers. Los Reds habían hecho mérito para ponerse en ventaja, pero no lo hicieron hasta que el juez les regaló un penal increíble. Ashley Young se tiró en el área luego de un leve forcejeo con Shaun Derry, que para colmo fue expulsado. La falta es inexistente y debió ser anulada previamente por un offside del delantero visitante.
Mark Hughes, técnico del QPR, lógicamente, se mostró decepcionado por la actuación del árbitro:
“Estamos más que decepcionados por la actuación del Sr. Mason, no solo por el penal, sino por todo el partido. Yo no estoy aquí para criticar la labor de los árbitros, pero lo único que queremos es que las grandes decisiones que tienen que tomar sean justas”.
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