Hace ahora exactamente un año que presenté por primera vez la idea "La Publicidad Salvará al Mundo" en los premios ALCE de Alicante. Y lo hice utilizando una estética kitsch que incluye imágenes apocalípticas extraídas del cine de monstruos y marcianos de los años 50 del siglo pasado. Algo que ahora Aquarius utiliza también como recurso para su nueva campaña "Políticos".
Más allá de la coincidencia, o no, de una presentación que desde el año pasado he repetido en foros como la Fundación Iniciador, La Tarde de las Cabezas Vivientes o Metrópolis TVE, me hace gracia que ese spot es un ejemplo perfecto de la idea que quiero transmitir con mis charlas y trabajos: Que algunas marcas utilizan su poder de convicción, o simplemente sus espacios, para vender que otro mundo es posible.
Aunque les miren como a marcianos.
Y es que a mí también me miran muchas veces como un iluso o un iluminado al defender que el poder de comunicación de las marcas se puede usar para aportar valores a la sociedad. Aunque nadie se lo haya pedido.
Porque el verdadero valor de una campaña así, es que el grupo Coca Cola dispone de tiempo, recursos y capacidades de todo tipo para elegir qué contar. Y sinceramente, con la que está cayendo, elegir este camino y dedicarse a defender a los políticos de este país, es toda una apuesta. Aunque se refiera sólo a esos bichos raros que realmente trabajan por vocación de servicio desde la responsabilidad. Unos marcianos.
Esa es la clave: ¿Por qué se dedica una marca de prestigio a defender causas que no tienen nada que ver con el producto que vende?Muchos les acusarán de oportunismo, de falsedad o de hipocresía. Y yo no puedo poner la mano en el fuego, pero creo que si aportan un granito más de arena en la misión de mejorar este mundo, bienvenidos sean.