Viendo hace unos días un partido de Tercera División de fútbol, no tardé ni diez minutos en ser testigo de un posible gol fantasma. Falta directa, balón que da en el palo, rebota en el portero y se marcha camino de la línea de gol. Cuando parece que va a entrar, la manopla del cancerbero saca el esférico que parece haber cruzado la cal. Y lo de siempre, los jugadores de un equipo lo celebran por todo lo alto, los otros gesticulan airadamente al árbitro que finalmente no concede el gol. Una repetición, y otra, y otra más desde otro ángulo. Nada. No queda claro si el balón entra o no.
Y es que, aunque parezca tan difícil, los goles polémicos, fantasmas, abundan en todas partes lo cual me recordó una de las imágenes más históricas y recordadas de la Liga Española: el no gol de Paul Breitner al Sevilla.
Nos situamos un poco. Temporada 1975-1976. El Sánchez Pizjuan se viste de gala para recibir al Real Madrid que marcha por buen camino para alzarse como campeón de Liga y por eso mismo setenta mil aficionados abarrotan las gradas. Y no es para menos. Tras tres años en el infierno, el Sevilla F.C ha conseguido ascender a Primera de la mano de Roque Olsen, curiosamente ex jugador madridista.
El partido en sí es entretenido. Es la época del Madrid de Del Bosque, Camacho, Santillana, Pirri etc. y los alemanes Netzer y el protagonista involuntario de esta historia, Paul Breitner. Al descanso manda el cero a cero en el marcador así que todo se decidirá en la segunda mitad. Pita entonces el colegiado López Cuadrado la reanudación y no pasan ni cincuenta y seis segundos cuando el propio Breitner empalma el balón desde fuera del área. El portero Sevillista Francisco Ruiz Brenes, conocido cariñosamente como “Superpaco” por un artículo escrito por Francisco Gelán (periodista del Correo de Andalucía y ABC) en el cual le bautizó así a raíz de una portentosa actuación en los Juegos Olímpicos de Montreal de 1976 en un España- Bulgaria, se estira perfectamente para cubrir el hueco de la portería. El balón se dirige en un disparo bombeado hacia el lateral de la red. No hay ningún problema ¿O sí? Superpaco se levanta del suelo y va a sacar de puerta pero de repente… ¡El balón está dentro de la portería! ¿Cómo es posible? Ante el estupor general, López Cuadrado concede el gol y los jugadores sevillistas rodean al árbitro insistiendo en que el balón ha entrado por un agujero del lateral de la red. El follón es monumental. López Cuadrado se niega a inspeccionar la red de la portería porque lo ha visto claro, el balón ha entrado, y lo que es peor, está convencido de que han sido los jugadores del Sevilla los que han manipulado la red mientras se producían las airadas protestas.
“Percibí claramente la trayectoria del balón y cómo éste se alojaba reglamentariamente en la portería sevillista. Si me negué a verificar el estado de la puerta es porque hubiera sido inocente por mi parte prestarme al juego de los jugadores del Sevilla, que habían estado manipulando esas redes mientras los demás me reclamaban la invalidación del tanto. Antes de iniciarse el juego, mis auxiliares de banda habían comprobado el perfecto estado de esas mallas”
El partido se reanuda y termina finalmente empate a uno gracias a un tanto conseguido por Biri-Biri a quince minutos del final. Este jugador de color, procedente de Gambia, era muy popular en la afición sevillista por su estética tan “exótica”
Como es lógico, al finalizar el partido todo el mundo trata de analizar las imágenes pero el vídeo no esclarece nada de nada. Aunque cueste creerlo entonces no se retransmitían los partidos. En algunos estadios se ponían una o dos cámaras fijas que grababan algunas jugadas para los noticiarios. Sea como fuere, al no quedar claro el asunto el debate cae en saco roto hasta el martes siguiente (El partido se juega el domingo 9 de noviembre de 1975) en el que la polémica se aviva repentinamente. El Diario AS en su edición semanal conocida como AS Color, publica lo siguiente:
La foto de Agustín Vera despeja todas las dudas. El balón golpea el lateral de la red justo en un lugar en el que la malla está floja. La casualidad quiso que el esférico entrase justo por ese hueco y pareciese un gol por la escuadra al sucederse todos los acontecimientos tan rápido. Cuenta Superpaco que pocos días después se topó en un aeropuerto con Miljan Miljanic entrenador por entonces del Real Madrid el cual no tenía nada claro si había sido gol o no a lo que contestó por supuesto, que no. Con el paso de los años Breitner también ha admitido que cree que el balón golpeó el lateral de la red y se introdujo en la portería. De hecho en el momento ni siquiera celebró el no gol.Al final, la foto de AS ha pasado a la historia como una de las anécdotas más recordadas de aquella época. Hoy es bastante improbable que eso pueda ocurrir pero… Son otros tiempos muy distintos. Para la inmensa mayoría de los sevillistas aquel partido terminó 1-0.
“Estoy absolutamente convencido de que el balón entró por uno de los laterales de la red. No rompió la malla, pero ésa se encuentra vencida y permite, como hoy ha ocurrido, que un balonazo la fuerce. Me lancé por el balón sin alcanzarle. Cuando me levanté y fui a recogerlo, fuera del marco para sacar de puerta, vi con sorpresa que estaba al fondo de la red” Palabras de Superpaco.
DAVID ABELLAN FERNANDEZ