Es posible que alguna vez te hayas preguntado para que servían algunas naves realizadas en ladrillo o en bloque de construcción sencilla (y fea) con grandes ventanales que permiten pasar el aire por su interior que todavía puedes encontrar en el entorno rural de poblaciones como Carracedelo, Carracedo, villadepalos o Cacabelos . Su uso no era otro que actuar como secaderos de tabaco. Un cultivo que durante décadas sirvió de sustento e incluso hizo ganar bastante dinero a muchos agricultores de nuestra comarca. También es posible que al entrar en la planta baja de alguna casa rural hayas visto que el techo lo surcan un sinfín de alambres colocados en paralelo a lo largo de toda la techumbre, el uso era el mismo.
El tabaco llegó a la comarca en la década de los 40 cuando España tenía cerradas muchas puertas al comercio internacional y el tabaco, entonces monopolio del Estado, se fumaba como una idea exótica que llegaba a través de las películas en blanco y negro que llegaban de Hollywood. En aquellos tiempos fumar se consideraba un símbolo de distinción e incluso marcaba un estatus social ligado a la mayoría de edad. Fumar en público era un símbolo de madurez.
Con la consabida frase de que “En el Bierzo se da todo” se probó el cultivo del tabaco y efectivamente el tabaco en la comarca funcionó bien, tan bien, que incluso años después se elaboró un híbrido del que la Compañía Española de Tabaco en Rama S.A. CETARSA surtía a los agricultores bercianos que se llamaba Habana Bierzo.
Según publica Héctor Villazala en su blog, tal fue la relevancia de este cultivo que en los años 60, época de mayor apogeo del tabaco, se alcanzaron las 1000 toneladas, lo que suponía aproximadamente 1,5 toneladas por hectárea.
De las hojas de tabaco berciano salían los picados para la pipa, las hojas secas para liar cigarrillos y a partir de los años 50 las primeras cajetillas con cigarrillos ya preparados. Celtas, Rex, Bisonte, Ducados… eran algunas de las marcas que había en el mercado y en su elaboración, se utilizaba hoja de tabaco cultivado en el Bierzo, en La Rioja o Extremadura.
A mediados de los años 60 irrumpieron en nuestro país las marcas de tabaco importadas, Lucky Strike, Winston, Marlboro. Llegaba el tabaco rubio, más suave para el fumador y con una fuerte imagen de marketing impulsada en las películas americanas y la recién llegada televisión e incluso también como sponsor en los deportes por inimaginable que pueda parecer hoy en día.
El cultivo de tabaco rubio en la comarca ya no era tan rentable y ahí comenzó el declive de la hebra en nuestro campo.
La entrada en la Unión Europea en 1986 acelera el decaimiento del laboreo del tabaco. CETARSA marcaba los precios de compra y cada vez iba exigiendo precios más bajos. Por otra parte, la importación de tabacos de zonas de Oriente Medio provocaba caídas constantes en el precio. Además el tabaco es una planta muy sensible a hongos y enfermedades víricas. La propia planta es sensible a una enfermedad que afecta a otras plantas hortícolas, el llamado virus del mosaico del tabaco. Su tratamiento, una vez infectada la planta, es muy caro y a veces no merece la pena ni siquiera tratarlo. El Estado propone a los agricultores cultivar pimientos acogiéndose a la importancia de la recién estrenada I.G.P. del Pimiento Asado del Bierzo. Los precios que el gobierno central planteaba en el cultivo de pimiento sedujeron a los cultivadores y la mayoría abandonaron el cultivo.
Finalmente en 2005 el cultivo de tabaco prácticamente desaparece en el Bierzo y la reforma de la PAC de 2007, acabó con las 60 hectáreas que existían en El Bierzo. Hoy por hoy, Candeleda en el valle del Tiétar, Ávila es el único punto de la comunidad donde subsiste el cultivo del Tabaco.
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