Revista Cine

El recorrido de John Cassavetes

Publicado el 10 marzo 2010 por Correotomas

No hay dudas de que el cine de John Cassavetes no deja indiferente a quien lo vea por vez primera, o lo revisite en una y otra ocasión.
A esta altura del partido, su nombre es mítico ya sea en Hollywood como en cualquier escuela de cine a nivel mundial. Es, probablemente, el referente más presente del llamado “cine independiente” y, sin ninguna duda, un autor cinematográfico.
En 2009, con motivo de la preproducción de mi tesis como realizador audiovisual, descubrí a este cineasta después de pensar en la idea original de nuestro corto. Como la protagonista era una mujer por arriba de los cincuenta, de una presencia y carisma únicos, instantáneamente pensé en una actriz del calibre de Gena Rowlands, y en un film que tenía ciertas similitudes a nuestra idea: Noche de estreno.
Luego, al deleitarme con sus encuadres, su montaje particular, su dirección de actores, su gusto musical, y hasta su propia actuación en algunos films, empecé a ver su filmografía completa y, de paso, a inspirarme y “rendirle homenaje” intentando imitar algunos encuadres y climas en mi tesis.
Dicho esto, y por orden de realización, comparto con Uds. los diez films vistos de éste director, con excepción de dos que aún no pude conseguir: Too Late Blues (1961) y Big Trouble (1986, su última película.)
Shadows (1959)
Su ópera prima. Empezamos a notar su particular modo de filmar. Hay que ver con qué atrevimiento Cassavetes salta el eje una y otra vez, y abruptamente corta una y otra escena, para lograr un entramado sencillo, pero a la vez intenso.

A Child Is Waiting (1963)
Fue el único trabajo supeditado totalmente por la industria. De allí que se lo vea más convencional y “clásico” tras las cámaras.
De cualquier manera, logra transmitir cierta angustia y algunos miserias humanas, y hace brillar a una actriz subvalorada como Judy Garland. A su lado, Burt Lancaster queda opacado. Tal vez, el propio Cassavetes lo hubiese interpretado mejor.
En un papel pequeño, hace su primera colaboración con la obra del artista, su mujer, Gena Rowlands. Vendrían seis películas más en el camino, y una de las relaciones director-actor más fructíferas y talentosas del séptimo arte.

Faces (1968)
En Faces Cassavetes se consagra como director y nos dice “bueno, atención, tengo cosas para decir, y miren cómo las voy a contar…”
Faces es un dramón que refiere a una pareja en crisis y a las relaciones extramatrimoniales, con un carismático John Marley, una bellísima Gena Rowlands, y en un secundario entrañable, la joven actriz Lynn Carlin, que luego no filmó mucho más.
Faces es la película para explorar los recursos visuales y, sobretodo, analizar y subyugarse ante los primerísimos primeros planos que registra el propio Cassavetes, cámara en mano, de uno de sus elencos más brillantes.

Husbands (1970)
Protagonizada por él mismo y por dos de sus actores/amigos: Ben Gazzara y Peter Falk.
Piedra basal de cualquier novela, comedia, film o miniserie que hable de la masculinidad, del hombre como un macho viril, y también como un ser vulnerable y sensible.
De lenta digestión, Husbands abusa de sus más de dos horas, pero a Cassavetes el tiempo no le interesa: su escena cercana a los veinticinco minutos en la que los tres amigos beben y cantan descontroladamente en un bar colmado de gente, es admirable. Uno la ve, y realmente no ocurre mucho más, pero como John sabe filmar y exprimir a cada actor y situación, probablemente sean los mejores minutos del film.

Minnie and Moskowitz (1971)
Traducida como Así habla el amor, está protagonizada por Gena Rowlands (en una de sus primeras variantes de las mujeres que compondría luego en Noche de estreno y en Torrentes de amor) y Seymour Cassel, actor también de Faces y Torrentes de amor.
Desde mi punto de vista, el menos logrado de sus trabajos. Pero claramente, Torrentes de amor parte de las mismas raíces, y ésa será su gloriosa revancha.

A Woman Under the Influence (1974)
Para muchos, su mejor film. Es por el único que consiguió una nominación al Oscar como mejor Director (la otra nominación fue por el guión original de Faces).
Gena Rowlands en su máxima potencia, en un rol envidiado por cualquier actriz que se sienta capaz de explorarse a sí misma y desplegar su galería histriónica y plagada de matices. A su lado, Peter Falk sólo cumple como “actor de soporte”.
Aquí, Cassavetes reafirma su condición de “hago lo que quiero con la cámara”. Y lo hace bien, desde ya.


The Killing of a Chinese Bookie (1976)
Es una película extensa, y se siente como tal. Tampoco me gustó mucho. Vale por sus secuencias embriagadoras en el bar central de la trama. Y es clara referencia para el cine de Martin Scorsese (Buenos muchachos por ejemplo).
Protagonizada por Ben Gazzara, un actor con carisma, pero siempre medido y calculado.

 

Opening Night (1977)
Gran película gran. Extensa, ambiciosa, virtuosa a nivel visual y sonoro, es Cassavetes ciento por ciento.
Gena Rowlands en su mejor papel. Su Myrtle Gordon está al mismo nivel de la Norma Desmond (Gloria Swanson) de Sunset Boulevard.
Rowlands es magnética. Tiene la belleza pura de una Lauren Bacall, pero la fuerza interpretativa de la mejor Katharine Hepburne. Es el gran papel de su carrera, siempre a criterio personal.
En labores dignas, Gazzara, Cassavetes y una espléndida Joan Blondell.
Opening night tiene toques de Chicago, Being Julia o All about Eve. Pero brilla con su propia fuerza, con esa particularidad y esa pasión que transmite en cada escena –densa, con cadencia, plomiza, embriagadora, magnética– el maestro Cassavetes.

 


Gloria (1980)
Otro papel para el lucimiento de Gena. Otra tentación para su carrera de actriz. A estas alturas, claramente es su marido el director que más oportunidades le ha dado, y el que más la ha aprovechado, y enhorabuena.
Alguno recordará la remake/homenaje del prolífico Sidney Lumet, con el protagónico de Sharon Stone. Yo no la vi, aunque dicen que es mejor olvidarla. En cambio, he leído auspiciosas reseñas sobre Julia, en la piel de Tilda Swinton, y en una trama muy similar a la de Gloria.
Es un buen film, aunque no sea el Cassavetes en toda su expresión. Podría pasar como film mainstream, tiene buen ritmo y pulso dramático. Tal vez el director buscó un registro más convencional, para llegar a nuevos públicos.

Love Streams (1984)
Torrentes de amor, finalmente. Podría haber sido su despedida, y tal vez lo sea. No vi Big trouble, pero tratándose de una comedia, es probable que aquí Cassavetes haya dejado los últimos rastros de su esencia.
Otro dramón romántico, impecable, apasionante, intenso, cerrado.


Cuando recién había descubierto a Cassavetes, leí una nota al célebre escritor Juan José Saer, en la que hablaba de sus gustos por el cine. Sobre Love Streams dijo que probablemente sea el mejor Cassavetes. Coincido plenamente.
Nuevamente, Gena Rowlands deslumbra, y siempre nos sorprende con algo nuevo, para seguir siendo el estilo de actriz que busca Cassavetes, sin necesariamente repetirse. A su lado, el mismo John coprotagoniza las dos horas de película, y la química que hay entre ambos la convierte en la mejor dupla de su filmografía.


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