Origen de la expresión "HINCHA"

El objetivo de este artículo es tratar de responder dos preguntas aparentemente simples, pero complicada a la vez ¿qué es el hincha? y ¿cómo surgió esa denominación del simpatizante activo de un equipo de fútbol?

Para comenzar a dilucidar una respuesta para la primera pregunta decidimos traer a la memoria un pasaje de una película que nos pinta en cuerpo y alma: "El Hincha" (1951), protagonizada por el genial Enrique Santos Discépolo (Discepolín). En el film, el personaje encuentra el sentido de su vida en alentar, seguir y colaborar con el club de sus amores; mostrando cual es el sentimiento del seguidor del fútbol y lo retrata de una manera soberbia con una actuación impecable.
En la película quedaron registradas frases inolvidables de Discépolo que definen el perfil de un HINCHA y que son el sentir de miles y miles de aficionados del “balompié” que siguen incondicionalmente a sus equipos semana tras semana, sin importar el resultado que obtengan.
- "¿Para qué trabaja uno si no es para ir el domingo a romperse los pulmones en las tribunas hinchando por un ideal? ¿O ES QUE ESO NO VALE NADA?"
- "¿Que sería de un club sin el hincha? Una bolsa vacía. El hincha es el alma de los colores. Es el que no se ve, el que se da todo sin esperar nada. Eso es el hincha... ESO SOY YO".
Luego de ver la película y meditando como a lo largo de la historia sabalera; el hincha termina siendo defraudado, por la corrupción de los intereses personales de algunos dirigentes o de aquellos intereses comerciales vinculados al fútbol, siempre se vuelve a encontrar en los "chicos de inferiores" y el "potrero", la razón final del fútbol y de su pasión. Y es en el aliento y amor incondicional del hincha, donde esos jugadores de potrero que formalizan su profesión en las canteras de un club verdadero, comienzan a forjar la pertenencia y amor a los colores.
Ahora vayamos a la génesis del término, ¿por qué hincha? ¿Dónde surgió esa denominación? Y como no podía ser de otra manera fue en los campos futboleros del “Río de La Plata”, cuna de campeones del fútbol sudamericano y mundial.
El primer hincha de fútbol de la historia vivió en Montevideo a comienzos del siglo XX; trabajaba en el Club Nacional de Fútbol. Era de profesión talabartero y estaba encargado de inflar (hinchar) los balones de su club, sólo con la fuerza de sus pulmones.
Nuestro hombre se llamaba Prudencio Miguel Reyes, pero era más conocido como «el gordo Reyes» o «el hincha». Partidario fanático del club montevideano, era famoso por sus gritos resonantes alentando al club de sus amores: ¡arriba Nacional!
Durante los partidos, otros aficionados solían comentar ante las ruidosas demostraciones de Reyes: «Mirá cómo grita el hincha». Y poco a poco la palabra hincha se fue aplicando a los partidarios del Nacional que más gritaban en los partidos. El término pasó luego a designar a quienes expresaban ruidosamente su apoyo a los equipos de fútbol, extendiéndose al resto de los países de habla hispana, y también a otros deportes.
Este artículo es una forma de reconocimiento al hincha que sigue los partidos de su equipo cada fin de semana, ese que en el vientre de su madre ya respiraba los colores de su querido club para hacer justicia a la frase que dice “hincha no se hace, sino que se nace”.
En esta época de receso “futbolero”, mientras Colón y los equipos locales se preparan para el comienzo de los diferentes torneos que comenzarán en los primeros meses del nuevo año, siempre es bueno recordar que el sentimiento por los colores, es lo que hacen del fútbol un deporte distinto, una de las expresiones máximas de la tradición popular; de la cultura de un pueblo.

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