Revista Cocina

Arancini vegan crujientes que te cagas

Por Lapastanoengorda

Holi! Qué tal? Yo bien, es Domingo, estoy escribiendo esto a las 8:30 de la mañana y no precisamente de after. Hace tiempo se me ocurrió hacer un 12 meses 12 bloggers pero como los números los llevo un poco mal, lo voy a ir haciendo según me apetezca y me pida el body. Hoy he versionado una receta de Cómo ser vegano, como se llama Arantza la persona que hay detrás, he elegido decidido hacer arancinis y como se pronuncia: Aran-chini he decidido darle un toque oriental. Así funciona mi mente de madrugada.

Hablando de madrugada, la verdad es que yo esta receta la he comido muy pocas veces, cuando aún era vegetariano lo compraba a veces cuando iba pedo por la noche y pasaba por algún puesto de pizzas de Malasaña, venían rellenos de mozzarella y espinacas, confío en que las hagan veganas algún día. Además de comerlas de fiesta, creo que las he probado only once en La Tía Carlota, venían con relleno de chorizo y puf, oh, sí.

Digo de madrugada porque son las 8:30 de un domingo y me he levantado para trabajar, tanto en el blog como en otras cosas, insisto una vez más en que los blogs llevan mucho tiempo y sería guay que el trabajo se valorara más, ya sea dando las gracias, compartiendo recetas en Facebook, pegando carteles nuestros por la calle o colaborando con el precio de una caña en Patreon, donde puedes pedirme recetas, subo cosas muy gordis, algún cotilleo y así me ayudas a financiar los madrugones que me pego para compartir información y hacer fotos bonitas.

La receta original de estos arancini puedes verla en su blog, ella los rellena de pimiento y otras cosas pero como yo soy un rebelde y siempre estoy dispuesto a innovar, he puesto lo que tenía en la nevera y era morado para hacer contraste, en este caso el relleno está hecho de cebolla morada y champiñones portobello, básicamente hay que cortarlo muy fino, con la paciencia y la precisión del encaje de bolillos, lo salteas con un poco de aceite y sal hasta que pierda bastante agua y dejas que se enfríe para que así no te quemes en el siguiente paso.

Espero que a estas alturas todo el mundo ya sepa cocer arroz integral, pero por si hay alguien que se ha incorporado tarde o está distraída, aquí te dejo un post donde lo expliqué hace muchísimo. Si dejas el arroz cocido reposar una noche para esta receta, mucho mejor, te será mucho más fácil armar las bolitas, aunque también te digo que yo pensaba que iba a ser eso Jumanji y en realidad es fácil que te cagas.

Básicamente hay que ponerse una fina capa de arroz por la mano, un pegote pequeño de relleno en el centro y formar una bola, de verdad que es fácil, luego haces presión para que queden prensadas y las vas poniendo en un plato. Ahora viene el toque oriental que improvisé, demos la bienvenida al blog a un ingrediente que creo, empezaré a utilizar bastante para algunas cosas, un fuerte aplauso para el: Panko.

El panko es un pan rallado que se puede encontrar en tiendas asiáticas, no puedo ponerme a decir todas las que existen porque no me las sé todas, pero si las buscas, seguro que las encuentras. Este pan suele venir en bolsas grandes así que la puedes compartir con una amiga o con tu vecina para hacerle la pelota y que así te recoja los paquetes de influencer cuando tú no estés. De nuevo este paso supongo que te lo imaginarás: yo puse una capa de pan en tupper, luego puse varias bolitas y empecé a moverlas hasta que iban bien rebozadas y nada más parecía poder pegarse.

Luego hay que freírlas en abundante aceite a fuego fuerte, lo suyo es que queden doradas. Lo mejor de este pan es que quedan crujientes que flipas, hay gente que lo hace con kikos/maíz frito ¿Cómo los llamas tú? Es que el nombre cambia mucho según la región, bueno, que hay gente que lo hace con eso triturado y yo nunca lo he probado pero algún día lo haré y hasta entonces seguiré haciendo cosas con panko.

Espero que las hagas, muak!


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