Tal vez por inexperiencia o miedo a dejarme llevar, cuando acudo a una feria lo primero que visito son los stands de las galerías que son un referente: Helga de Alvear a la cabeza, seguida por Aizpuru y Soledad Lorenzo…
Elmgreen &Dragset. L'homme qui ne marche pas. 2009. Galería Helga de Alvear
De entre lo que vi me gustaría hablar de la obra de Joana Vasconcelos. La primera impresión debo reconocer que fue de espanto: esculturas de colorines recubiertas de ganchillo? Y por si la obra no fuera en sí recargada, el hecho de estar colocada ante una instalación de Carlos Aires ahogaba todavía más el conjunto.
Joana Vasconcelos. The Island of Love, 2006
Joana Vasconcelos. The Island of Love y Carlos Aires al fondo
A pesar de la primera impresión, debo reconocer que la obra llamó mi atención. Vasconcelos es muy conocida desde que en la Bienal de Venecia del 2005 expusiera su obra La Novia, una gran lámpara de araña hecha de tampones.Joana Vasconcelos. A Noiva. 2001
Lo que Vasconcelos nos viene a decir, jugando con la construcción de tensiones a través del uso de símbolos patrios como la cerámica pinheiro, y globales puesto que el ganchillo y los tampones lo son, es cuán ambigua puede ser la noción de identidad cultural y pertinencia. Esa reacción inicial de estupor creo que es parte del lenguaje de su obra, la unión ambigua, lo kitsch elevado al status de high culture, el tampón como elemento constructor de un símbolo de elegancia y poder: la lámpara de araña.
Joana Vasconcelos. A Noiva (detalle), 2001
Otro momento feria que me emocionó fue el ver la obra de la reina de la performance Marina Abramovic Art must be beautiful del 1975. El stand de La Fábrica mostraba la secuencia de fotografias (por que las performance también se venden) que recogen la famosa acción de la Abramovic, donde cuestiona el rol de la belleza en la obra de arte, añadiéndole ese puntillo masoquista que tan bien le sale a la artista.
Marina Abramovic. Art must be beatiful. 1975
Marina Abramovic. Art Must be beatiful (detalle). 1975
Marina Abramovic. The Kitchen. Homage to Saint Therese. 2009
La Abramovic sabe otorgar valor y jugar con conceptos tan poco habituales en la estética occidental como la energía interior de los elementos, espacios y cuerpos. Elabora reflexiones entorno a conceptos intangibles, acercando el arte a su vertiente mágica y ritual.
Marina Abramovic. The Kitchen. Homage to Saint Therese. 2009
Una artista que me encanta y cuya obra creo que abunda más en ferias del norte de Europa es Candida Höfer. Su obra es fácilmente reconocible: fotografías de espacios arquitectónicos con ausencia total de presencia humana.Candida Höfer. Château de Versailles. 2007
Con una técnica especialmente rigurosa sus fotografías tienen una poética muy especial, han dicho de ella que trata de captar la psicología de la arquitectura social, que su obra es una reflexión sobre la historia de la cultura. Siempre retrata espacios con un contenido histórico o cultural pero el ser humano, factor activo en la construcción de dicha cultura, nunca aparece. Bibliotecas, palacios, edificios históricos aparecen representados envueltos en un profundo y poético silencio. Yo destacaría el valor que Höfer le da a la luz como elemento creador del espacio. Siempre que veo una obra suya me quedo en un estado de ensimismamiento. Me gusta.Candida Höfer. Museum Morsbroich Leverkusen II. 2008
Y hasta aquí mis impresiones. Una feria da para mucho, por lo tanto si queréis ver más fotos sobre cosas vistas en Arco y de las que o bien no sé o bien me da pereza escribir podéis ir a Flickr