En su 35 Aniversario, la feria ARCOmadrid se abre a la ciudad y le rinde homenaje presentando intervenciones de artistas en espacios singulares en un proyecto curado por el crítico Javier Hontoria quien nos contó la intención de su proyecto: “A mí me parece que es muy importante huir de la espectacularización, huir de la pompa que rodea habitualmente todo este tipo de celebraciones como ARCO, sin negar la importancia ni la trascendencia que tienen. Yo hablaría más de diálogo de las obras con la institución en la que se inscribe en el proyecto, sin imponer nada, dejando que simplemente actúen las dos formas narrativas, la contemporánea y la histórica”.
Así, es, con el arte contemporáneo como elemento que aglutine a todas las instituciones que precisamente no exponen arte contemporáneo, las exposiciones de artistas como Adriano Amaral, Fina Miralles, Rogelio López Cuenca, Oriol Vilanova o Fernando García, se convertirán en herramientas para interactuar con la ciudad y conocer lugares que habitualmente se escapan de los movimientos cotidianos. Año 35. Madrid quiere ser un homenaje a la ciudad desde la ciudad misma, una nueva forma de mirar estos espacios tan dispares como el Museo Arqueológico Nacional, el Museo del Romanticismo, el Museo Cerralbo, el Museo Nacional de Antropología y el Espacio Tabacalera.
Redondea Honrtoria: “Lo primero con que asocié la actividad fue con Madrid abierto, las convocatorias llamadas de arte público, pero a mí el término de arte público no me gusta, porque no entiendo que el arte no sea público. Por eso mi propuesta se inclinó por hacer un proyecto que fuese de arte público institucional. Quise involucrar a instituciones y museos, como madrileño que soy. Me apetecía tratar de vincular instituciones que a lo mejor no tenían tanto que ver con el arte contemporáneo pero que tocan temas y se acercan a disciplinas a las que sí acude el arte contemporáneo. Quería explorar esa emoción de museo que está tan arraigado en nuestra ciudad, como el concepto de museo nacional en el contexto del mundo globalizado”.
Así el Museo Arqueológico Nacional se suma a la iniciativa exhibiendo la obra Naturaleses naturals, de la catalana Fina Miralles , presentada por primera vez en la barcelonesa Sala Vinçon en 1973, siendo una de las instalaciones más relevantes de la etapa de juventud de la artista. Miralles explora en esta obra las relaciones entre materiales naturales y materiales artificiales en el marco de las tensiones entre la naturaleza y la acción del ser humano. La reconstrucción de esta instalación en un museo arqueológico se enmarca en las nuevas lecturas que sobre el “arte pobre”, o arte Povera, han surgido recientemente en los circuitos nacionales e internacionales.
Naturaleses naturals, Fina Miralles
Por su parte, el Museo Cerralbo presenta Palabras Prestadas. Allí el artista Oriol Villanova, interesado en el coleccionismo como parte de su práctica artística, propone dar voz a los propios objetos de la colección del museo a través de una instalación sonora específicamente diseñada para el espacio, lo que permitirá al visitante tener una lectura adicional que completará la experiencia de la visita al museo.
Museo Cerralbo
Uno de los museos más emblemáticos de la Madrid, el del Romanticismo recibe uno de los géneros que definió la producción artística del SXIX español, el costumbrismo y el ideal pintoresco. Dentro de él se perfila con nitidez un trasunto narrativo iconográfico singular: la figura del bandolero. El artista Fernando García plantea en la sala de exposiciones temporales de este museo una reflexión y un diálogo en torno a esta iconografía.
Museo del Romanticismo
En la Tabacalera, posiblemente uno de los espacios para el arte más sugerentes y especiales de la ciudad se presenta la propuesta de Adriano Amaral, una de las grandes promesas del arte brasileño. El artista juega con los accidentes del espacio y los reconfigura, produciendo un efecto de extrañamiento que exige al espectador repensar constantemente su posición.
Adriano Amaral en la Tabacalera
Finalmente, el Museo Nacional de Antropología fue visto como el lugar idóneo para pulsar las relaciones del ser humano con las sociedades en las que se inscribe. El trabajo de Rogelio López Cuenca y su muestra Accesorios cuestiona con nitidez la deriva de lo público y las formas de estar en las ciudades y, en este caso, plantea una intervención que parte de las salas del museo para apropiarse del espacio público madrileño.
Museo Nacional de Antropología
El objetivo de Año 35. Madrid es el de poner en valor las instituciones públicas madrileñas. Se trata de un proyecto diseñado para que los artistas subrayen y realcen la identidad de cada lugar. Las muestras podrán apreciarse hasta el 30 de abril.
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