Revista Ciencia

Ardilla roja, la simpática

Por Kiqueruiz

Ardilla roja, la simpática

La ardilla roja ( Sciurus vulgaris) es un roedor que suscita mucha simpatía por la facilidad con la que acepta la presencia humana. Al observarla nos sorprende su agilidad, trepa fácilmente a los árboles y con gran velocidad, a veces, da grandes saltos de árbol en árbol.

Si te acercas más de lo que ella considera su zona de seguridad, haces ruido o movimientos bruscos desaparecerá, cada individuo tiene una distancia de seguridad diferente.

Es una especie arborícola que solo baja al suelo para comer, beber o cambiar a un árbol que esté alejado del que se encuentra.
Este roedor es de tamaño medio, tiene una cola larga y tupida. La coloración general del pelo es rojiza (por eso su nombre) y las partes inferiores son blancas. Es plantígrada, con cuatro dedos en las manos y cinco en los pies, todos terminados en largas uñas curvadas. Las extremidades posteriores las tiene bastante más desarrolladas que las anteriores. En invierno, las orejas están provistas de un penacho de pelo muy llamativo.

Puede llegar a medir sobre 24 cm, a lo que hay que añadir la cola que mide sobre 20 cm. Su peso oscila sobre los 350 gr.

Vive en zonas pobladas de árboles pero para ellas es también importante tener agua cerca durante todo el año.

Come todo tipo de semillas de árboles, se alimenta además de brotes, yemas, hongos, avellanas, nueces, almendras, bellotas, moras, líquenes, muérdago... En épocas de escasez puede llegar a comer caracoles, huevos o pájaros pequeños. Si le pones pan también se lo comerá.

Es de hábitos diurnos y está activa durante todo el año. Cuando hay exceso de comida la almacena para los momentos más duros del invierno.

La cola la utiliza de paraguas, como elemento para equilibrarse y para comunicarse.

Ardilla roja, la simpática

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