La Argentina, Brasil y Venezuela fueron elegidos a ocupar un asiento temporal en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU) el lunes 12 de noviembre, durante la 67.ª Asambleia General, en Nueva York. En votación secreta, el primero logró 176 votos, el segundo y el más votado de los países de Latinoamérica ha obtenido 184 votos, mientras el tercero, 154. El mandato se inicia el 1er de enero de 2013 y termina el 31 de diciembre de 2014, de acuerdo con la entidad internacional.
Buenos Aires ha conmemorado el resultado y destacó que será la tercera vez que el país ocupa el asiento, desde que el Consejo fue creado en 2006.
“Es una victoria sin precedentes, si es que tomamos en cuenta la inmensa y muy variada campaña que se desató en contra de Venezuela para evitar que ingresara como miembro del Consejo de Derechos Humanos. Esto demuestra que hay un gran reconocimiento a los éxitos que Venezuela ha tenido en el ejercicio y disfrute de los derechos humanos, tanto de los derechos políticos y civiles como económicos, sociales y culturales”, lo expresó el embajador venezolano, Jorge Valero Briceño.
Ya el vicepresidente venezolano, también canciller, Nicolás Maduro, ha declarado que la victoria se dio a los nuevos paradigmas políticos que el país viene construyendo y que es la primera vez que Caracas ocupará el asiento. Y añadió que el resultado indica que el presidente [Hugo] Chávez “tiene una credibilidad muy grande y que la Revolución Bolivariana tiene vigencia plena en los derechos políticos y humanos (...)”.
Sin embargo, la ONG “Human Rigths Watch” (HRW) no comparte del mismo pensamiento. Ésta ha enviado recientemente una carta al mandatario sudamericano, criticando la candidatura de Venezuela al Consejo, al resaltar presuntas violaciones de derechos humanos en el país, tales como: la persecución a los canales de oposición “RCTV” y “Globovisión”, además de medidas para frenar la prensa, especialmente cuando han cuestionado las acciones del gobierno sobre un motín en una cárcel. El primero ya no existe más, mientras el segundo, continúa luchando por la supervivencia; la campaña de descrédito a activistas de derechos humanos, acusándolos de estar al servicio de EEUU; la falta de independencia entre los Tres Poderes, especialmente en el caso de persecución a la jueza María Lourdes Afiuni – “por orden presidencial” – después que ella ha concedido libertad condicional a un crítico al gobierno, que estaba en prisión preventiva por casi tres años. La soltura del prisionero había sido el cumplimiento a una orientación de la ONU. Ella quedó detenida por más de un año y por el momento cumple prisión domiciliar, mientras aguarda su juicio.
En total, fueron 18 naciones electas al Consejo de Derechos Humanos, por ejemplo: los Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, Pakistán, Alemania, Japón, Estados Unidos y Corea del Sur. La elección de los tres primeros países – además de Venezuela – fue rechazada por HRW, que afirmó que ellos deberían preocuparse antes de resolver sus problemas internos, antes de pensar a ocupar un lugar en el órgano.