Revista Política

Argentina, sin miedo a pensar

Publicado el 13 agosto 2013 por Alfredo Eduardo López Liñares @BackInMadrid
Argentina, sin miedo a pensar
Sentimiento básico del ser humano, el miedo nos acompaña prácticamente durante toda nuestra vida, pero no siempre de la misma manera. Desde que nacemos hasta que empezamos a tener uso de razón nuestros temores van aumentando tanto en tamaño como en fundamento.
Un bebe recién nacido no tiene miedo de alguien que le apunte con un arma, pero probablemente se asuste con un ruido fuerte a su alrededor. A medida que vamos creciendo acumulamos más miedos y frecuentemente pueden perjudicarnos si no sabemos dominarlos.
Según la sabiduría popular, no es valiente aquel que no siente miedo, sino el que puede controlarlo. Quien no sienta miedo es más bien un inconsciente, que ignora estas alertas que nos envía el cerebro con el fin, en algunos casos, de preservar nuestra integridad.
Pero el miedo también puede ser utilizado (y lo es) como un arma altamente eficaz. Desde los orígenes del hombre, los guerreros y luchadores intentaron proyectar un aspecto feroz para atemorizar Corea del Norte.
a su oponente aún antes de entrar al campo de batalla. Más en la actualidad vemos despliegues publicitarios de las potencias mundiales dejando ver el tamaño de su arsenal, intimidando a quien pretenda meterse con ellas, como por ejemplo lo hace habitualmente el régimen opresivo de
Argentina, sin miedo a pensar Pero también esto ocurre en la vida cotidiana y muchos lo sufrimos alguna vez. Quizás habremos conocido a alguien que sale a la calle enseñando su cuerpo trabajado en el gimnasio y sujetando a un furioso pitbull con una correa. Su mensaje es claro: “no se metan conmigo”, sin embargo suele ocurrir que estos pavos reales son los primeros en salir corriendo a la hora de la verdad, de allí su necesidad de un aspecto amenazante.
Estas actitudes son más frecuentes en la adolescencia y más en varones que en mujeres. Con una personalidad en pleno desarrollo, intentan tapar sus inseguridades con ornamentos visuales y actitudes provocadoras que amedrenten a los eventuales rivales para, por ejemplo, llamar la atención al sexo opuesto.
Leyendo un poco en Internet encontré una definición interesante en la página Globedia:
“El sentimiento incontrolable de miedo es el terror y sobreviene cuando se han superado los controles del cerebro y ya no puede pensarse racionalmente.”
“El sistema límbico es el que revisa de manera constante (incluso durante el sueño) toda la información que se recibe a través de los sentidos y lo hace mediante la estructura llamada amígdala cerebral, que controla las emociones básicas, como el miedo y el afecto, y se encarga de localizar la fuente del peligro. Cuando la amígdala se activa se desencadena la sensación de miedo y ansiedad, y su respuesta puede ser la huida, la pelea o la rendición.”
Claramente el terror impide el pensamiento lógico y es por eso que su uso está extendido entre quienes desean atemorizar a determinada comunidad, grupo o persona por la razón que fuere. Es interesante también ver como algunos gobiernos intentan con y sin sutileza, insuflar temor en su población, buscando siempre acrecentar su poder.
En la Argentina tenemos un gobierno que se autodefine como nacional y popular, pretendiendo vender una imagen de solidaridad, patriotismo, unión y libertad. Claro que quienes vivimos aquí y observamos su forma de actuar y vivir, comprendemos muy rápidamente que solo formamos parte de una magistral operación de marketing.
El gobierno K es la mejor agencia de publicidad que conocí en mi vida, lograron establecer un producto imperfecto a base de populismo y sabiendo mover los hilos invisibles que todo argentino tiene dentro. Trabajo, producción, industria nacional, ahorro, futbol, Malvinas, son sólo algunas de esas cuerdas que tocan habitualmente.
Pero ¿qué ocurre con quien no baila esa melodía oficial?¿qué pasa si uno decide oponerse a este modelo tan sospechosamente perfecto que nos vende una mujer llena de dólares y que impide que el resto de los argentinos compre, use o hasta nombre esa moneda?
Como reza un viejo proverbio: “Nunca conoces verdaderamente a alguien hasta que te peleas con él.”
Se aplica perfecto, porque es ahí cuando surge el miedo como arma de convencimiento. Es entonces cuando al no haber argumentos válidos, el gobierno utiliza el temor para sosegar a los revoltosos.
Amenazas veladas o manifiestas, actitud prepotente, comportamientos mafiosos. Gran parte de la sociedad opositora está temerosa de expresar lo que piensa. Teme que le manden a la AFIP o a la DGI. Que te visite “La Cámpora” o que te llegue algún “apriete” legal sacado de la galera. Los súbditos del modelo K se muestran alegremente en los medios mientras que muchos opositores optan solo por decir que no opinan de política. Es lógico si pensamos que como dice más arriba, el miedo evita que pensemos racionalmente.
De esto surge la famosa “Grieta” de la que habla el periodista Jorge Lanata. Se han planteado dos bandos muy opuestos mediante el uso de una ideología cuasi fascista. Algo que curiosamente todo el mundo criticó cuando salió de boca de George W. Bush luego de los atentados del 11S: "Either you are with us, or you are with the terrorists” (O estas con nosotros o estas con los terroristas). Una barbaridad que divide las opiniones en blancas o negras, pasándose por el forro toda la gama de colores.
Argentina, sin miedo a pensar Cristina Fernández de Kirchner hizo lo mismo en nuestro país y lamentablemente tuvo éxito. Quien no se sumara al proyecto era y es el enemigo. Así se desmanteló a la oposición y apuntaló su poder instaurando un sistema donde una cabeza piensa por todas las demás y es la dueña de una verdad unívoca. La presidente es absolutamente incapaz de escuchar y mucho menos tolerar sugerencias u opiniones de otros. Es un estado de totalitarismo ideológico.
Lo cierto que es muy poco me interesa la vida de CFK, su gobierno y todo su delirio mesiánico. Sí me interesa que multipliquen sus riquezas de manera inmoral a costa de todos. Y aún más me disgusta que se haya propiciado la división de un pueblo con fines meramente políticos y egoístas.
Yo creo que un país anglosajón con la grieta que hay aquí, ya estaría inmerso en una guerra civil. Es muy grave y van a pasar muchos años, generaciones hasta que pueda volver a hablarse de unidad en esta sociedad. El daño hecho por este gobierno no finalizará con su mandato.
Afortunadamente en democracia, quien da el poder es el pueblo y el pueblo es quien lo quita. En las elecciones primarias de ayer el pueblo dio muestras de que se está dando cuenta. Demostró que por más miedo que intenten suscitar, serán los votos los que decidan y esperemos que siempre se respeten.
“Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.”
(Abraham Lincoln, 16vo Presidente de los Estados Unidos)

Argentina, sin miedo a pensar


Volver a la Portada de Logo Paperblog