En una nueva edición de Argentinos Exiliados, MuyFútbol repasa la carrera del Mumo Sixto Peralta. El ex hombre de Racing y River, entre otros, defiende desde hace cuatro años la camiseta del CFR Cluj, de Rumania, al cual ayudó a conseguir varios trofeos desde su llegada.

Sixto Peralta festejando en Tigres
A pesar de poseer sangre patagónica y haber surgido futbolísticamente de las entrañas de la Comisión de Actividades Infantiles, el debut del mediocampista se produjo lejos de su Chubut natal. El 23 de agosto de 1996, en el Sur del Gran Buenos Aires, hizo su aparición con la camiseta de Huracán frente a Lanús (0-0) al ingresar sobre el final del encuentro en lugar de Darío Fabbro.
En la institución de Parque Patricios, que atravesaba una crisis que finalmente desembocó en posteriores descensos, supo ganarse el cariño de los hinchas a base de su rendimiento. Con la camiseta del Globo, Peralta dijo presente en 81 partidos de Primera División y marcó 11 goles.
En el año 1999 comenzó el primero de sus tres ciclos en Racing. Allí, representó ser una buena alternativa para una alicaída Academia, que en esos tiempos deambulaba habitualmente en el fondo de la tabla. Asimismo, en su siguiente paso en dicho club integró un equipo mucho más competitivo y participó en la Copa Sudamericana 2002 y Libertaodres 2003, competiciones de las que el conjunto de Avellaneda quedó eliminado a manos de San Lorenzo y América, respectivamente.

Sin duda, su traspaso más resonante tuvo lugar en 2003, cuando el poderoso Inter de Milán posó sus ojos en él y adquirió su ficha a cambio de una cifra millonaria. No obstante, nunca pudo pisar el campo de juego del mítico San Siro ya que deambuló a préstamo en Torino, Ipswich Town y el propio Racing.
Una vez finalizada su relación contractual con el cuadro milanés, el Mumo emigró a tierras mexicanas. Su primer equipo allí fue Santos Laguna, donde permaneció apenas una temporada. “No tenía muchas referencias del lugar a donde venía, pero conocía al equipo por que en Argentina se ve mucho futbol mexicano”, afirmó en el momento de su llegada.
En el conjunto de Torreón protagonizó uno de sus momentos más congojosos de su carrera ya que, en un partido que su equipo enfrentó a Estudiantes Tecos, rompió el tendón de Aquiles de Mario Rodríguez. “Que se lesione un colega en una acción desafortunada, pero en la cual participaste, produce un sentimiento raro a pesar que siempre estuve tranquilo porque nunca tuve la intención de provocarle un daño y sólo fue mala suerte”, explicó.
Posteriormente, en 2004, fue contratado por el Tigres dirigido técnicamente por Nery Alberto Pumpido y luego retornó a este rincón del mundo para recalar otra vez en Racing. En el elenco de Reinaldo Merlo, que también había sumado a Gonzalo Bergessio, Sebastián Romero y Facundo Sava, no mostró el nivel esperado y 12 meses después se iría a River Plate.
“Llegar a River no lo siento como una revancha por los últimos malos tiempos en Racing, sino como una nueva etapa en mi carrera.Todavía no hablé con Passarella sobre lo que pretende de mí, pero fue buena la primera reunión en la que me dio la bienvenida”.
“Yo vengo a aportar mi experiencia y mi juego y espero tener una buena adaptación al grupo. Este es un club único en Argentina, con una rica historia futbolística. Sé perfectamente que acá se juega siempre por el primer puesto”.
Su suerte en Núñez tendría el destino intrascendente: sólo disputó siete partidos, entre torneo Apertura 2007 y la Copa Sudamericana de ese mismo año. Por ello, no tardó demasiado en regresar al Viejo Continente para desarrollar el tramo más exitoso de su carrera junto al CFR Cluj rumano.
En el país balcánico, el ex hombre de la Selección Argentina Sub 20 se afianzó en la titularidad y conquistó dos copas nacionales y otra Súpercopa local y un título de Liga. Tras muchos años vagando por diferentes cuadros, parece que Peralta finalmente encontró su lugar en el mundo.
Declaraciones: El siglo de Durango y Diario de Cuyo.
