El humanismo es poner en práctica la idea ética del antropocentrismo: “los seres humanos deben ser respetados porque son humanos”, lo cual es un argumento circular, y por lo tanto es una falacia de petición de principio. El deber ético no se origina en la especie humana (antropocentrismo), sino en los intereses de los seres sintientes (sensocentrismo) y razonando a partir de dichos intereses comunes se infiere lógicamente la Regla de Oro de la Ética: A priori, los intereses no deben ser frustrados. Por eso tenemos el deber ético de practicar el veganismo: intentar respetar a los demás seres sintientes, y eso incluye a los humanos. No debemos ser humanistas, sino veganos.
Palabras clave: humanismo
“El Hombre de Vitruvio” (1490), por Leonardo da Vinci
1. Algunas personas no saben qué es el humanismo. La caída del imperio romano de occidente en el año 476, marcó el comienzo de la Edad Media en Europa. En la Edad Media, la cultura griega y la cultura romana fueron sustituidas por la cultura cristiana, a la que se le añadió la cultura islámica en el año 622. Fue una época regida social y políticamente por el teocentrismo: la idea de que “debemos obedecer a los dioses sobre todo lo demás”, idea rebatida por el hecho de que el bien y el mal existen antes de que un supuesto dios los señale.[1] En la práctica, el teocentrismo consiste en que el poder político lo controlan los representantes de “dios”: el Clero, la Monarquía y los Emperadores, que gobiernan por medio de un régimen teocrático. Las teocracias son regímenes políticos controlados por la derecha conservadora: se oponen al cambio social, para ello promueven el conservadurismo cultural (religión, roles clasistas, discriminación, tradición, etc.).[2] En la Edad Media los humanos pasaron a un segundo plano en el que ya se encontraban los animales no humanos. Incluso el cuerpo humano fue considerado “pecado” y fue despreciado. En respuesta al teocentrismo, en el siglo XIV se inició especialmente en Florencia, Roma y Venecia un movimiento filosófico y cultural llamado humanismo que promovió la vuelta de la Antigüedad Clásica y que retomó el antiguo humanismo griego del siglo de oro. El humanismo cambió la cosmovisión teocentrista centrada en dios, por una cosmovisión antropocentrista centrada en los humanos.[3] La relación existente entre el antropocentrismo y su puesta en práctica mediante el humanismo, es análoga a la relación existente entre el sensocentrismo[5] y su puesta en práctica mediante el veganismo. El humanismo sufrió transformaciones a partir del siglo XVI por medio de los principios propugnados por las reformas (luteranismo, calvinismo, etc.), la Contrarreforma católica, la Ilustración y la Revolución francesa de 1789.Humanismo y antropocentrismo (Link)
2. Algunas personas dicen que “el veganismo no extiende los valores humanistas, sino que los niega y por lo tanto no debemos ser veganos”. La mayoría de las veces estas personas se quedan ahí y no explican exactamente a qué se refieren, pero entendemos que se refieren a que, según ellos, el veganismo va a perjudicar a la especie humana de alguna manera. El humanismo es poner en práctica la idea ética del antropocentrismo: “los seres humanos deben ser respetados porque son humanos”, lo cual es un argumento circular, y por lo tanto es una falacia de petición de principio.[3] El deber ético no se origina en la especie humana (antropocentrismo), sino en los intereses de los seres sintientes (sensocentrismo) y razonando a partir de dichos intereses comunes se infiere lógicamente la Regla de Oro de la Ética: A priori, los intereses no deben ser frustrados.[4] Por eso tenemos el deber ético de practicar el veganismo: intentar respetar a los demás seres sintientes, y eso incluye a los humanos. No debemos ser humanistas, sino veganos.
3. Algunas personas usan expresiones antropocentristas y humanistas. Dichas expresiones están incluidas en los diccionarios de las sociedades antropocentristas que discriminan arbitrariamente a quienes no son humanos y defienden la violencia contra ellos. Por ejemplo, expresiones religiosas como “eres un animal” que se usa de manera despectiva, dando a entender que los humanos no son una especie animal.[5] Expresiones erróneas como “tratar humanamente”, como si lo humano implicara bondad, cuando sabemos que puede ser todo lo contrario. Expresiones como “debemos ser más humanos”, cuando lo correcto es que debemos ser más éticos. Quienes defendemos la Ética Basada en la Realidad debemos de dejar de usar estas expresiones y denunciarlas.
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