España tiene ahora 8,7 millones de jubilados con una pensión media de 785 euros (una de las más bajas de la UE), miles de ellos en el umbral de la pobreza. Con el tijeretazo que han pactado los grandes partidos, en 2050 habrá 17 millones de jubilados (el 32% de la población) con una pensión media de 915 euros, lo que supone un aumento del 0,4% anual con pérdida segura de poder adquisitivo. Muchos ni siquiera serán -seremos- ‘mileuristas’ dentro de 40 años. ¿Qué efectos tendrá esto sobre la renta per cápita y la riqueza española? ¿Qué efecto sobre el consumo tendrá la diferencia de renta entre 22 millones de trabajadores y 17 millones de jubilados? ¿En qué medida se verá reducida la clase media?
No he visto publicado en los últimos meses ningún estudio al respecto, empeñados como estaban la mayoría de los expertos en convencernos -y a fe que lo han logrado- de que la reforma a la baja de las pensiones era necesaria y que debíamos tragar con ella. El catedrático de Ciencias Políticas y Sociales Vicenç Navarro se ha destacado como uno de los pocos expertos en economía que han cuestionado la afirmación repetida mil veces de que el sistema de pensiones en España era insostenible y para hacerlo sostenible había que bajarlas y alargar la edad de jubilación. Navarro ha publicado numerosos artículos que defienden que cabía -cabe- otro tipo de reforma, por la vía de los ingresos, sin rebajarlas, y ha advertido sobre los peligros del tijeretazo (.PDF). También se ha quejado de la opinión publicada a favor del recorte y de la falta de debate en los medios de comunicación, puesto que, afirma, apenas han dado voz a quienes lo rechazan, cuyas razones han sido ignoradas en lugar de rebatidas (.PDF).
Recomiendo leer las reflexiones de Navarro, entre las que sin embargo tampoco he encontrado respuestas a mis preguntas del primer párrafo.