Revista Cine
Ariane es una de esas peliculas que la mayoría de la gente ha catalogado como un "Wilder menor". Sin embargo, Wilder estaba muy orgulloso de ésta pelicula y, sobre todo, del grupo de músicos zíngaros que él mismo encontró en una taberna y contrató para la misma.
La historia se sitúa en París y la pelicula comienza con una voz en off, recurso que a Wilder le gustaba mucho pues explicaba que una voz en off era el recurso perfecto para ahorrar tiempo en explicaciones. Evidentemente no es lo mismo explicar una historia teniendo que utilizar varias escenas que el que una voz en off te haga un resumen en un par de minutos (recurso que fue especialmente útil en el comienzo de El Crepúsculo de los Dioses). Esta voz en off pertenece al detective parisino Claude Chavasse (Maurice Chevalier) y nos explica, mientras vemos como las parejas parisinas se besan en cualquier sitio, como que se gana la vida investigando los asuntos de adulterio de las esposas parisinas. Prácticamente la totalidad de estos adulterios los comenten con el playboy trasnochado Frank Flannagan (Gary Cooper). Tanto es así que hay una escena en la que Flannagan llama a la puerta de Chavasse y cuando éste se sorprende de ver a Flannagan, Flannagan le pregunta "¿me conoce?" y Chavasse contesta "¿conocen a Shakespeare los estudiantes de literatura"?.
Chavasse vive con su hija, Ariane (Audrey Hepburn) una inocente estudiante de cello a la que le gusta urgar en los archivos de su padre.
Cuando ve la foto de Flannagan se siente fascinada por el maduro galán.
Al prematuro envejecimiento de Gary Cooper, que aparentaba más años de los que realmente tenía (55) no ayuda el hecho de que Audrey Hepburn aparentase mucho menos de los que tenía (27 realmente, 19 en la película). Este aspecto de la pelicula sigue siendo objeto de asombro y muchos achacan a este hecho el que la película, en su opinión, no les sea creíble. En mi opinión, todo depende del contexto.
En la pelicula Una Cara con Ángel se me hace imposible creer que haya un romance entre una también jovencísima Audrey Hepburn (la película es del mismo año) y un Fred Astaire de 57. Pero aquí la relación era totalmente diferente. Mientras que en Una Cara con Ángel no se atisba el más mínimo atismo de deseo sexual o erotismo (tal cual como en una pelicula de la factoría Disney), en Ariane, hay una cierta tensión sexual.
En su momento, la crítica se cebó con que un Cooper de 55 años intentara seducir a una Audrey Hepburn de 27. Pero yo creo que si no es por eso, no hay historia, porque la historia trata de una joven inexperimentada que se enamora de un hombre maduro y de vuelta de todo. Si cambiamos la edad de los personajes no hay historia, y tampoco creo que sea algo tan imposible ni tan extraordinario.
El papel de Frank Flannagan fue ofrecido primero a Cary Grant, que lo rechazó, al igual que rechazaría tres veces hacer una película con Billy Wilder, y no porque no quisiera trabajar con Wilder, ya que de hecho, eran amigos, sino porque le daba miedo que un personaje que se saliese un poco de lo que solía hacer arruinara su carrera.
Wilder definió a Cary Grant como "oro puro" y arremetía contra la Academia (en la que no creía en absoluto) por no haberle premiado jamás una interpretación. Explicaba, cosa en la que estoy totalemente de acuerdo, que la Academia sólo premia a los actores cuando interpretan personajes desquiciados, atormentados o disfrazados (apéndices postizos) pero que cuando un tipo hace que parezca fácil, como Cary Grant, no se le premia. Ponía el ejemplo de Jack Lemmon, premiado por Días de Vino y Rosas pero no por El Apartamento.
El segundo ofrecimiento del papel de Flannagan fue para Gary Cooper. Billy Wilder le ofreció el papel de seductor porque le conocía personalmente y afirmaba que jamás había conocido a nadie que sedujera a las mujeres con tanta facilidad. Pero lo cierto es que Cooper ya sólo era la sombra de lo que fue y para que en la pantalla no apareciese tan avenjentado, Wilder utilizó la sombra en casi todos sus planos.
Su interpretación parece cansada y forzada. Incluso se nota en ésta foto con Wilder, Hepburn y Chevalier.
Maurice Chevalier está fantástico. Es el aspecto alegre de la película, el que siempre saca la sonrisa al espectador de la manera más natural, sin exageraciones ni sobreactuaciones. Es en él donde se ve más claramente el humor mordaz de Wilder. De lo mejor de la pelicula.
Foto del set de rodaje:
Audrey Hepburn era una de las actrices favoritas de Wilder, para la que el director tuvo entre otras, las siguientes palabras:
"Audrey Hepburn era una cosa caída del cielo." o a la pregunta de si era buena bailarina respondió "Era buena en todo y todo le resultaba fácil".
Cuando Cameron Crow le preguntó para su libro Conversaciones con Billy Wilder sobre el baile de Sabrina dijo:
"Se me olvidó que le estaba enseñando a hacerlo porque ella lo hacía muy bien por su cuenta. Me guiaba ella a mí, en vez de guiarla yo a ella. Y pensé que estaba en el baile, que estaba en un restaurante bailando con ella... Me despisté por completo, y de pronto pensé: "¡Dios mío, la cámara! ¿Dónde está la cámara?"
Cuando Cameron le preguntó por la muerte de Audrey, aparecieron lágrimas en los ojos de Billy Wilder.
Y... éstas cosas, hacen que mi amor platónico por Audrey crezca y crezca...ays...
Exquisita como siempre, gran actriz, siempre lo diré, Audrey interpreta a la chica que, aunque tímida, le da mil vueltas al playboy de Flannagan. Le engaña de tal manera que le hace enloquecer. Aunque está claro que si juegas con fuego tienes la posibilidad de quemarte.
La escena en la que Flannagan se emborracha escuchando una y otra vez la lista de amantes que ella le ha dejado grabada mientras los zíngaros tocan una y otra vez, es fantástica. Al final, los zíngaros también terminan borrachos y tirados por el suelo.
Para los que no habeis visto la película, Cooper, borracho les lanza champán y bebidas alcohílicas en una mesilla con ruedas al grupo de zíngaros. Wilder dijo que hizo la escena atando las copas a la mesa y que tenía a seis personas con pajitas bebiéndose el champán. Sería curioso de ver.
El grupo de músicos zíngaros no eran actores, eran músicos que Wilder encontró en un bar.
La música está muy presente en ésta película. Desde la música que toca el cuarteto de zíngaros que está compuesta por Franz Waxman empezando por "La ardiente Paprika" o la pegadiza "Fascination" hasta música de Wagner o Liszt.
Billy Wilder tenía en su despacho una placa en la que aparecía la inscripción "¿Cómo lo haría Lubitsch?" Para Wilder, el toque Lubitsch consistía en que el espectador captara el chiste sin tener que explicarlo. Wilder lo explicaba diciendo que antes de Lubitsch los directores de comedia para explicar el chiste decían 2+2=4 y que Lubitsch sólo decía 2+2. Y de ese toque Lubitsch está plagado Ariane. Me encanta la escena en la que Ariane le dice a su padre que Flannagan se parece a Abraham Lincoln y éste mientras guarda los archivos en una caja fuerte le pregunta si sabe como acabó Lincoln y cierra la puerta de la caja fuerte con un portazo que suena como un disparo y la cara de susto/sorpresa/extrañeza de Audrey.
Me recordó a la escena de Ninotchka (dirigida por Lubitsch pero con guión de Brackett, Wilder y Reisch) en la que Greta Garbo tiene los ojos vendados y cuando Melvyn Douglas descorcha la botella de champán ella cae al suelo como muerta. Escena que se me ha quedado grabada.
Este guión fue la primera colaboración de Wilder con I.A.L Diamond, uno de sus dos factotums, junto con Brackett.
Y aunque, a algunos os pueda parecer una comedia romántica más bien tonta, yo la recomiendo para pasar un rato agradable. En los 130 minutos que dura la pelicula no miré la hora en ningún momento, no se me hizo larga. Es una pelicula agradable con geniales toques de humor y un final grandioso. A mi parecer, aunque no es una de las mejores peliculas de Wilder, es uno de los mejores finales que ha hecho, eso sí, para verla en versión original.
Saludos.