Revista Cultura y Ocio

ARIAS FAVORITAS. Attila

Publicado el 12 agosto 2011 por Maac @Elblogdemaac
ARIAS FAVORITAS. AttilaHoy en la serie ARIAS FAVORITAS, en contra de lo que es habitual en el blog, vamos a escuchar no una sino varias arias y todas pertenecientes a la misma ópera, una ópera que es bastante irregular pero que resulta muy atractiva por su ubicación temporal justo en mitad del siglo XIX cuando Verdi no ha encontrado su propio camino pero que, a su vez, deja en sus arias su impronta, son refulgentes, apasionadas, de melodía pegadiza y capaces de conducir a las masas al arrebato más exagerado, aunque también las hay de una belleza hetérea que muestran un estado de abandono casi místico. Attila es una ópera que se estrenó en La Fenice de Venecia en 1846 y el público del estreno quedó impresionado con escenas como la de la fundación de Venecia en una laguna tras el saqueo de Aquilea.
Comenzamos con la cavatina Allor che i forti corrono, la canta Odabella, la hija del rey de Aquilea, en el Prólogo, a la cavatina le sucede la cabaletta  Da te questo or m’è concesso. La escucharemos por Ghena Dimitrova, una cantante de medios espectaculares a la que me costó bastante cogerle el gusto y que tenía en este papel uno de sus caballos de batalla, era el año 1984 y Dimitrova puso el Liceu patas arriba:

Seguimos con Oh! Nel fuggente nuvolo también cantada por Odabella, Montserrat Caballé está muy lejos de ser la intérprete ideal del rol pero gracias a la belleza de su voz, su musical sentido del fraseo y sus filados, brilla con luz propia en esta Romanza, sobre todo si la grabación, como es el caso, pertenece al año 1968::

Foresto, rol encarnado por un tenor, es un caballero de Aquilea enamorado de Odabella,  en el Prólogo se lamenta por su captura por los Hunos en el aria Ella in poter del barbaro y en la cabaletta: Cara patria già madre e reina  Quien me conoce sabe que aquí Carlo Bergonzi, el tenor verdiano por excelencia, tiene todas las posibilidades de aparecer por aquí, pero esta vez no, lo vamos a obviar y escucharemos una magnífica interpretación en vivo de 1972 en la voz de Carlo Cossutta:

En el primer acto se encuentra una de mis arias preferidas de la ópera, se trata de Mentre fonfiarsi l’anima parea, un aria para bajo, el personaje principal, Attila. Se la escucharemos cantar a Samuel Ramey con su consiguiente cabaletta, Oltre quel limitie, t’attendo, o spettro:

Y ahora sí, le ha tocado el turno a mi querido Bergonzi, nos cantará Che non avrebbe il misero, la romanza que canta el caballero Foresto en el acto II, la boda entre Odabella y Attila está a punto de celebrarse, mientras tanto las legiones romanas están ocultas en el bosque preparadas para el ataque, sin embargo nuestro héroe no deja de lamentarse por la pérdida de Odabella. Cómo, se pregunta Foresto,  un ser tan hermoso puede ocultar tanta vileza:

Ezio, encarnado por un barítono, es un general romano deseoso de caer sobre los hunos, pero el emperador Valentiniano ha declarado una tregua con los bárbaros y reclama su presencia en Roma, en el aria Dagl’immortali vertici recuerda a sus antepasados y su gloriosa época, en la cabaletta que le sigue, E’ gettata la mia sorte, hace una exaltación patriótica no exenta de falta de modestia puesto que se considera el último romano en la decadente Roma. Lo escuchamos por el barítono Giorgio Zancanaro:

Terminaremos con otra excepción para traer una de las joyas de la ópera que poco tiene que ver con un aria, se trata del trío Te sol quest'anima, lo cantan Ezio Pinza (Ezio), Foresto (Beniamino Gigli) y Odabella (Elisabeth Rethberg). Ubicado al final de la ópera en él se muestran los sentimientos contrapuestos de los tres personajes, Odabella que ha escapado de la boda con Atila y muestra su fidelidad a Foresto, éste que la cree infiel y Ezio, indiferente a los sentimientos de la pareja, pendiente de la guerra contra los hunos.

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