Hay una región montañosa entre el Mar Negro y el Caspio que se llama Cáucaso. Geográficamente pertenece a Europa, aunque muy pocos se han dado cuenta de eso. Consiste en tres países, Georgia, y Azerbaiyán.
La nación más antigua entre las tres, con creces, es la armenia que apareció por primera vez hacia el 4º milenio antes de Cristo. En contrapartida, la más reciente es la azerí que, siendo un pueblo túrquico, se trasladó desde Asia Central alrededor del 11º siglo después de Cristo.
Los armenios aparecen cerca de 4.000 aC tras desprenderse del antiguo pueblo Proto-Indoeuropeo y son a veces asociados con los griegos. El antiguo Reino Armenio fue el 1er país de adoptar la religión cristiana como religión oficial mundialmente en 301 dC. Al estar en una zona tan conflictiva, raramente conseguían mantener un estado propio, puesto que fueron conquistados por varios invasores como persas, romanos, árabes, turcos etc.
Los armenios habían estado viviendo con cierta estabilidad y autonomía dentro del territorio otomano si excluimos el hecho que, como vasallos cristianos, pagaban más impuestos y tenían menos derechos que los musulmanes.
Esta tranquilidad empezó a estropearse en 1877, cuando estalló una guerra entre rusos y otomanos que acabó con victoria rusa, algo que obligó al imperio otomano que tratara, según el tratado de Berlín, a las minorías cristianas de mejor manera. En aquel periodo los armenios empezaron a sublevarse exigiendo su independencia de modo contundente. Luego se demostró que el momento no había sido tan oportuno, como los turcos, que ya habían perdido una gran parte de sus conquistas balcánicas, no estaban nada dispuestos a conceder más territorios.
El primer golpe decisivo contra los armenios fue la matanza de casi 300.000 personas durante el reinado del último sultán del imperio, Abdul Hamid, a manos de turcos y kurdos. Los otomanos también atacaron a otras minorías cristianas, como los griegos o los asirios, a fin de homogenizar la restante población, formando así un país netamente musulmán.
A pesar de ese episodio las esperanzas de los armenios por igualdad resurgieron con la aparición del movimiento de los Jóvenes Turcos, liderados por Enver Pasha, que derrocaron al sultán en 1908 prometiendo a las minorías reformas significativas, democratización del país, igualdad y fraternidad. No obstante, cuando los Jóvenes Turcos asumieron el poder mostraron su rostro verdadero e hicieron a los armenios entender que acababan de saltar de la sartén directamente al fuego.
Tras las guerras balcánicas los turcos perdieron todos sus territorios europeos y al mismo tiempo comenzaron a recibir un flujo sin precedente de refugiados musulmanes que habían sido expulsados de los Balcanes. Sobra decir que dichas poblaciones fueron acomodadas a costa de las minorías cristianas.
El crimen contra los armenios fue cumplido durante la 1ª Guerra Mundial tras unas derrotas contra, ¡qué coincidencia!, los rusos otra vez. Enver Pasha acusó a los armenios de traición y colaboración con los rusos, algo que todavía se cuestiona por bastantes históricos.
A principios de 1915 el régimen declaró una guerra santa (yihad) contra los cristianos. La reacción armenia fue pasar a la defensiva atrincherándose en el Sitio de Van y negándose a ceder soldados al ejército turco. En aquel momento prácticamente fue sellada la decisión sobre la cuestión armenia por el estado turco.
El 24 de abril de 1915, un día que hoy se conoce como el domingo rojo y coincide con la conmemoración del genocidio, una gran parte de la élite económica e intelectual armenia fue detenida, encarcelada y posteriormente decapitada. A continuación, empezó un esfuerzo bien estudiado y sistematizado de exterminio, a través de desplazamientos forzados desde Anatolia Oriental, donde habitaba la mayoría de los armenios, hacia campos de concentración en los desiertos del sureste. La mayoría murió en el camino, extenuada de sed y hambre y el resto fue fusilado.
Aquí vale la pena mencionar un hecho ampliamente desconocido, o sea el papel del aliado principal de Turquía en la guerra mundial, Alemania y el de un pueblo que hoy día se considera víctima, como está esparcido entre cuatro países, los Kurdos. Si alguien visita Tsitsernakaberd (fortaleza de las golondrinas pequeñas en armenio), el monumento que fue construido en la capital Ereván en honor a las víctimas del genocidio, tendrá la oportunidad de ver imágenes como las siguientes...
La primera es un grabado que ilustra un saqueo de un pueblo armenio por bandas kurdas. Los kurdos participaron en bastantes atrocidades turcas, pero al final no fueron compensados como se les había prometido. Todo lo contrario; hoy día viven como minorías en Iraq, Irán, Siria y Turquía, siendo tratados más o menos como las minorías cristianas de aquel entonces. En Turquía en particular, experimentan un régimen totalitario que les prohíbe hablar su idioma y apenas queda un líder suyo fuera de la cárcel. Aparte de eso su brazo militar, PKK y YPG está en guerra continua contra el estado turco. Parece que todo se paga en esta vida después de todo...La segunda nos muestra una reunión de militares turcos y alemanes junto a cráneos armenios. El propio concepto del exterminio total, tanto de los armenios, como de los griegos del Mar Negro, fue 100% de inspiración alemana. Ese tipo de "Endlösung" (solución total... término que fue acuñado como título de todo el proceso del exterminio de los judíos durante la Segunda Guerra Mundial) solo podría haber sido concebido por el gobierno alemán. La manera científica de la que se combinaron herramientas mortales como agotamiento, torturas, palizas, violaciones, fusilamiento, muerte por hambruna o sed, venenos inyectados y uso de gases venenosos para el logro de la desaparición total de una nación entera tiene el sello y la firma del único estado que podría cometer algo así; lo demostró con creces en el caso de los judíos después de 20-30 años, enseñándonos al mismo tiempo que el caso de los armenios y los griegos del Mar Negro había sido solo un ensayo general antes de su próxima hazaña.
Las directivas a sus aliados turcos habían sido rotundamente claras: "Estáis luchando contra griegos y rusos, o sea cristianos, teniendo simultáneamente poblaciones cristianas como griegos, asirios y armenios a vuestras cuestas. ¿Es necesario, de veras, que os expliquemos que tenéis que deshaceros de ellos?"
Después de la derrota del imperio otomano en 1918 apareció una luz al final del túnel por primera vez. El tratado de Sévres contemplaba la creación de un estado armenio en las zonas donde eran mayoría. Sin embargo, un nuevo movimiento liderado por Mustafá Kemal Ataturk se rebeló contra un pacto que consideraba humillante, y después de cuatro años de guerra consiguió reemplazar el tratado de Sévres con el de Lausana. La destrucción de Esmirna fue la lápida sobre los sueños de griegos y armenios y coincidió con el nacimiento del heredero del Imperio Otomano, la República Turca que se quedó con vastos terrenos armenios, incluso la montaña bíblica de Ararat. Las masacres siguieron hasta 1923 y el número final de fallecidos oscila entre 1,5 y 2 millones de personas.
Unos resultados inmediatos del genocidio y de la usurpación de territorios armenios han sido la diáspora armenia por casi todo el mundo y la creación del exclave de Najicheván que, después del diezmo de los armenios, fue cedido a los azeríes que son hermanos de los turcos. Según ellos dicen se trata de "dos países pero una nación".
A pesar de todo, los armenios siguen vivos hasta la fecha... ¿cómo?... lo veremos en la segunda parte de esta historia...