Todo juego, lo mismo el del infante que el del adulto, puede jugarse con la mayor seriedad. O al menos eso nos dice Johan Huizinga en Homo Ludens, su libro sobre la significación del juego como fenómeno cultural. Recientemente es posible observar cierto auge en las estructuras de juego domésticas y públicas que recuerdan el Amsterdam de Aldo van Eyck o el colegio Apollo Montessori de Herman Hertzberger.
The Child and The City de Aldo van Eyck. Cortesía de Gabriela Burkhalter.
Y es que el juego, en la medida en que somos capaces de asimilarlo en nuestra vida diaria, es una fuente inagotable de imaginación, felicidad y gozo. Carsten Höller se preguntaba: ¿Cómo afectaría una dosis diaria de resbaladillas la manera en que percibimos el mundo? ¿Pueden los toboganes convertirse en parte de nuestra vida arquitectónica? Los toboganes producen cierta ansiedad y regocijo, algo que todos sin importar la edad somos capaces de apreciar.
Mientras que muchos juegos son, por definición, improductivos y superfluos, hay algunas actividades que tienen un factor de utilidad. El caso del tobogán, por ejemplo. En la esfera pública, todo lo que el Team X experimentó en el Amsterdam de la postguerra decanta recientemente en Utrecht, con la instalación de una resbaladilla (oficialmente un ‘acelerador de transporte’) en la estación de metro de Overvecht, obra de la firma HIK Ontwerpers. Empresarios en traje sastre deslizándose con un maletín y ¿por qué no? una sonrisa. Este tipo de ejercicios, inscritos dentro de una ciudad, cualquier ciudad, construyen con el paso del tiempo nuevas identidades urbanas, no-lugares que se transforman en lugares, o lugares de tránsito que cobran una identidad en la misma acción de transitar. El ocio investido de beneficios, disfrazando con terminología adulta un aparato infantil.
Acelerador de transporte en la entrada de la estación Overecht por HIK Ontwerpers.
En el ámbito doméstico también es posible incorporar medios alternativos de descenso, y para muestra la casa en Nakameguro, de LEVEL architects. Más que una casa con una resbaladilla añadida, el espacio se desenvuelve alrededor de este modo de navegar por las diferentes estancias. El cliente deseaba una casa “que sus hijos pudieran recordar de mayores”. A pesar de que el resto de la casa es poco interesante y parece estar pobremente iluminada, la propuesta es interesante. Ha recibido tanto críticas positivas como negativas de los medios pero aceptémoslo, es algo con lo que muchos soñábamos de pequeños. Otro ejemplo reciente, y en mi opinión mejor lograda, es la casa en Jakarta del estudio Aboday. Ésta última cuenta con un tobogán de hormigón pulido para el deleite del pequeño de cinco años, hijo de los clientes. La casa no sacrifica belleza, calidad en el detalle ni iluminación y el tobogán se convierte en un elemento dinámico que atraviesa el volumen de la casa. Ambas casas cuentan, por supuesto, con escaleras para cambiar de planta por métodos más tradicionales.
Slide House de Level Architects. Fuente: designboom
Playhouse en Indonesia por Aboday. fuente: Dezeen.
Estos proyectos se aproximan, algunos con más éxito que otros, al espíritu lúdico. Abordar el fenómeno del juego no es tarea fácil, pero es una tarea importante. Se juega dentro de determinados límites de tiempo y espacio, pero siempre existe la posibilidad de difuminar esos bordes. Para Frobenius, la negación del juego es un resultado de una exagerada idea utilitaria anticuada. Critica la propensión de una época en la que para toda adquisición cultural se buscaba la explicación de a que fin servía. Si, estos toboganes son innecesarios. Pero, sin duda, la repetición de situaciones de esta categoría enriquecerían la experiencia urbana.
Para citar este artículo:
Hinojosa , Karen . “Arquitectura lúdica: en defensa de los toboganes” 08 de agosto del 2011. Textosa. Consultado el __ de __ del 20__. <http://textosa.es/2011/08/08/arquitectura-ludica/>
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Fuentes:
Burkhalter, Gabriela. Architektur fuer kinder.
Alves Gonçalves, Polyanna. Herman Hertzberger, edificios escolares.
Huizinga, Johan. Homo Ludens: A Study of the Play Element in Culture. Beacon Press, Boston, 1971.