Arreglando una mermelada de moras

Este post debería ser para contarte que me he iniciado en el mundo de las mermeladas. Que unos amigos fueron a por moras y nos regalaron una cesta. Que consulté a mis amigas expertas en hacer mermeladas y que seguí sus indicaciones para hacerla. Que me dijeron que siguiese la receta de Velocidad Cuchara. Y que así lo hice... y que me quedó buenísima. Y yo hubiese hecho unas fotos para enseñarte el resultado.
Bueno, pues todo eso es cierto. Incluido el "que me quedó buenísima", pero algo hice mal porque me quedó muy espesa... con una textura como de pegamento. Yo creo que fue el limón, era un limón de poco zumo.... O que me equivoqué al medir y pesar y puse menos agua de la necesaria.
Por supuesto, no iba a tirarla, porque estaba (y está) buenísima. Así que me hice una tostada con queso fresco (del valle del Tiétar, espectacular) y mi mermelada, la puse en Instagram y expliqué mi situación.
Y salió en mi auxilio Bikisimas, diciéndome que es lo que había pasado y dándome una solución: Sí puedes arreglarla. Hierve un poco de agua y se la añades. Ve poco a poco, echando agua y removiendo, hasta que tenga la textura que más te guste. Espesan por exceso de evaporación, por eso se soluciona rehidratando.

Y eso he hecho, y ahora tengo una mermelada de moras casera de chuparse los dedos!!!!!!!!