El arroz con leche es un postre muy fácil de hacer a la vez que barato, lo único que necesitas es tiempo y un poco de paciencia, ya que se tiene que hacer a fuego suave e ir removiendo a menudo, pero merece la pena. La receta que os dejo a continuación es la que suelo hacer en casa, aunque según existen muchas variaciones, hay quien añade leche condensada, nata, dulce de leche o yema de huevo. Yo he preferido hacerla así para no añadir más calorías, pero si algún día pruebo de hacerla de forma diferente ya os diré el resultado
Ingredientes:
1 Litro de Leche
125 gramos de Arroz
100 gramos de Azúcar
Cáscara de Limón
1 Rama de Canela
Canela en Polvo
Preparación:
1. Ponemos en una olla todos los ingredientes menos el azúcar, calentamos a fuego suave y dejamos que se vaya haciendo durante unos 50 minutos, removiendo cada 5 minutos más o menos para que no se pegue el arroz.
2. Pasado este tiempo añadimos el azúcar, removemos y dejamos hervir otros 10 minutos más, eso sí seguimos removiendo de vez en cuando. Pasado el tiempo de cocción el arroz debe tener una textura cremosa.
3. Retiramos del fuego, quitamos la cáscara de limón y la rama de canela. Dejamos enfriar en la misma olla moviendo de vez en cuando para que no se forme una capa de nata. Ponemos en cuencos y añadimos canela en polvo por encima. Podemos servirlos templados o fríos, dejandolos enfriar en la nevera.
Consejos:
Tal vez os puede parecer que haya poco arroz, pero es más que suficiente, con esta receta de arroz con leche salen 4 raciones.
Lo fundamental para que salga bien es que mantengáis una cocción entre media y suave, para así conseguir que el arroz no se pase y que la leche se vaya evaporando y mezclando con el almidón que suelta el arroz, así nos quedará cremosa.
Si pasado el tiempo de cocción veis que todavía os queda muy líquido y el arroz algo duro solo tenéis que subir un poco el fuego y dejarlo unos minutos más. Si os pasa lo contrario que la leche se ha absorbido muy rápido es porque el fuego estaba muy alto, bajarlo y añadir un poco más de leche. Por eso es muy importante no quitarle ojo al fuego y remover a menudo, otra clave para que salga perfecto.