ArteGuillotina, obra gráfica contra la monarquía. Uno de los propósitos de esta iniciativa era ser itinerante, recorrer ciudades, pueblos y barrios, incorporar artistas locales de los distintos lugares donde se realizase... Y así ha sido: desde su comienzo en septiembre de 2019, en la Fundación Anselmo Lorenzo (Madrid), ha visitado Prats de Lluçanès (Barcelona, del 7 al 23 de febrero), estará en Espacio Tangente de Burgos (del 6 al 31 de marzo), en el Círculo de Arte de Toledo (a partir del 3 de abril) y está prevista su próxima exhibición en Tolosa, Irún y otras localidades de Barcelona. El número de obras y colaboradores ha ido aumentando: de los 28 iniciales se ha pasado a más de 70 a fecha de hoy. Como El Garaje Ediciones, coordinadora de ArteGuillotina y editora de los catálogos, estamos resueltamente comprometidos con estas iniciativas modestas pero necesarias, plurales, ágiles, participativas y abiertas, que contribuyen a crear una red de información, intercambio y cooperación, para avanzar en una cultura democrática, antifascista y antimonárquica.
La exposición en Burgos, según la publicación "Diario de Vurgos"
https://diariodevurgos.com/dvwps/exposicion-colectiva-arteguillotina-obra-grafica-contra-la-monarquia.phpEspacio Tangente acoge esta exposición que inició su andadura en Madrid y que de momento ha viajado hasta La Casa de L´Huera en Prat de Lluçanes (Cataluña). Una exposición que nación con voluntad de crecer, rupturista y viajera, por lo que a las y los artistas de Europa y América Latina que participaron en la convocatoria de Madrid hemos añadido 5 de los 20 que participaron en Cataluña y 10 artistas de Burgos que presentarán obra nueva.
Defender racionalmente la idea de Monarquía y hacerla compatible con la de Democracia es algo muy difícil, en términos teóricos, en cualquier país. En términos más concretos, en España es sencillamente imposible. Cuesta defender que cualquier organización social esté encabezada por alguien no elegido democráticamente, sino fruto de una carrera de espermatozoides, a veces de dudosos orígenes. ¿A quién puede interesar ese modelo tan anacrónico? Solo a aquellos que vean en él la mejor forma de defender sus nada anacrónicos intereses y privilegios. En general, es una forma de bloquear la entrada del pueblo como soberano máximo en la política de un país; es decirle: “Cuidado, por encima de vosotros, está el Estado y, en la cúpula del Estado, una figura: el rey, heredero de una ancestral estirpe de nobles elegidos por la Historia”. Claro, si ya lo ha elegido la Historia, qué vamos a elegir nosotros. Si hay alguien por encima, los de abajo saben que están abajo. La mentalidad del vasallo, del resignado o del sumiso se alimenta de formas sutiles. Hacerle saber el sitio que ocupa es una de ellas.
La cateta y acérrima inercia veteroimperial lleva a España a sostener una visión heroica y legendaria del “descubrimiento, conquista y evangelización” de América, negadora de la realidad cruel y genocida de aquellos hechos. Los artistas del otro lado del océano, como voces y parte de sus pueblos que son, la tienen bien presente, y de ello dejan constancia en esta exposición.
También alimentan nuestros propagandistas cortesanos la idea de que la mayoría de ciudadanos no estamos capacitados para tomar decisiones democráticamente sin darnos de hostias, como niños salvajes. De ahí la concepción española del rey como “poli de guardería”, tan traída de la mano por una de las creaciones patrias más sui generis: la de los republicanos monárquicos.
Franco fue el que decidió que SU España debería ser un Reino y, a título de rey, designó al emérito, quien, el a su borbonidad, se mostró amante del puterío, del dinero corrupto y la vida regalada. Cuarenta y cuatro años después, seguimos borbonizados. Ahora toca desborbonizar. Nos toca ser protagonistas soberanos de nuestra vida personal y colectiva, sin reyes ni tutelas. Con la inteligencia, el arte, la solidaridad, la igualdad y la libertad como brújulas compartidas.